Presiento que esta vez leerme le incomodará porque voy a opinar acerca del actuar de la teleaudiencia y usted puede estar en ese grupo. ¿Recuerda que hace un tiempo cuando Caracol emitió la serie Escobar, el patrón del mal, hubo campañas en las redes motivando a la gente a apagar la tele como una manera de oponerse a la apología del delito que hacía esta programadora?, varias empresas haciendo eco quitaron la pauta de sus productos. Igual con Los Tres Caínes de RCN.
No entiendo porqué con El Capo, que va por la tercera temporada, nadie se ha manifestado oponiéndose a esta serie que parece escrita por guionistas adolescentes o adultos con discursos prestados, asesorados por los gurús del alma humana que se enriquecen, aprovechando la ignorancia, el desespero y los vacíos de los demás, escribiendo frases y párrafos seductores haciéndote creer que serás mejor persona.
El Capo da asco. Todo lo justifica por el amor, el derecho, la familia y la amistad…es el Rambo criollo que empegota la pantalla de sangre, aturde con disparos e hipnotiza con su mirada fija, te habla cerquitica al punto del beso y caes en una suerte de atracción fatal.
No es de extrañar, a Betty no la metieron a la cárcel a pesar del fraude, ningún noticiero se abstiene de informar sobre un expresidente que difama a los que piensan diferente de él y muchos otros ejemplos que usted recordará y nadie dice que apaguemos la tele.
Televidentes mojigatos, víctimas como los guionistas y realizadores, de discursos mesiánicos, doctrineros de parque, con semblante de buena gente henchida de buenas intenciones.
La teleaudiencia está confundida, enredada en conceptos o atontada por el dolor de esta guerra "narcogerrilloparamilitar" que hemos padecido todos. Algo puede ser falto de ética pero no delito.
En nombre de la moral se ha asesinado y encarcelado a mucha gente.
Apología del crimen es distinto de narrar la historia.
Héroe es diferente a un famoso. Puede pasar que ambos se conviertan en ídolo.
No entiendo el escándalo de hace unos años ni el silencio de ahora, que viene siendo lo mismo.