El río bajaba turbio y manso. Sin noticias. Eran las 8:00 de la mañana cuando le avisaron a Carlos Alonso Quintero, el viejo comandante de Bomberos de La Merced (Caldas), que el cuerpo de una mujer se había asomado por encima de las aguas.Un viajero que pasó en carro bordeando el río, a la altura de Puente Gabino, cerca de Yolombó, testificó aquello que Carlos y sus hombres habían esperado durante días.
Este bombero de 61 años de edad, montado en una camioneta Chevrolet Luv y acompañado de cinco nadadores nacidos y criados en el río Cauca, emprendió el operativo.
"Los nadadores son gente humilde pero muy colaboradora. Son pescadores, buscadores de oro. Trabajan en equipo con nosotros para donde nos convidan. Ellos con un lazo son capaces de meterse a cualquier río", es la manera como Carlos los presenta.
No había equipos de alta tecnología. Ni apoyo de unidades de socorro sofisticadas. Tampoco vehículos de rescate que hubieran mandado de Medellín.
Era solo la terquedad y la imperiosa necesidad de atender el drama del paisano Gildardo Henao, el padre de Lina Marcela, una de las desaparecidas.
Era la forma en que le daban un cierto apoyo moral a quien eligieron como concejal de La Merced. "Nosotros nos vinimos del pueblo a acompañar a Gildardo. Y cuando supimos que había partes del río que se quedaron sin revisar, comenzamos la tarea. No podíamos dejarlo solo", declaraba Carlos.
Se habían levantado a las cinco de la mañana. Ahora estaban esperando a que clareara el día y a que bajara un poco más el caudal, estacionados en un sitio conocido como Villanueva.
Una vez enterado de la alerta, Manuel José Bustamante, un moreno flaco y rugoso llegado de la Felisa (corregimiento de La Merced), tomó un neumático y se tiró al agua. Varios del equipo se apostaron en los remansos para apoyarlo.
En el kilómetro 7, antes de Yolombó, justo en un paraje al que llaman El Hormiguero, se divisó el cuerpo.
Del caudal bajaba todavía con una prenda que le cubría parte del dorso y unas botas vinotinto, las mismas que según Alicia Cardona, tía de Eliana María Cárdenas, le aseguraban su identidad.
Estaba entera todavía, muy aporreada en la cabeza y en la parte izquierda del tronco, diría después Manuel José, quien al final fue el que arrimó el cadáver hacia la orilla y lo amarró.
Entonces llegó el apoyo. A eso de las 10 de la mañana hizo presencia la Policía Antioquia, cuyos hombres también estaban adelantando barridos por la zona.
Gildardo sigue con dudas
La mala noticia llegó para Gildardo. El cuerpo que a esa hora flotaba sobre las aguas no se parecía al de Lina. Era una mezcla entre alegría y suspenso que se fue haciendo más honda cada vez que Alicia aseguraba: "esa es mi sobrina, Eliana".
"Ya llevo 10 días en los que duermo poco, en los que como poco, porque uno con esa intranquilidad... eso no lo deja tener vida a uno", comentaba Gildardo.
E insistía en decir: "Ya si apareció Eliana, me imagino que la Fiscalía tiene herramientas para comenzar a trabajar. Y que se esclarezca la verdad. Nosotros, o al menos yo, sigo con la duda de que eso haya sido un accidente".
Según Alicia, los brackets, la forma del rostro y la nariz, le hacen pensar que esa persona en alto grado de deterioro es Eliana.
Solo hacia las 3 y 15 de la tarde llegaron los hombres del CTI de la Fiscalía, para comenzar con el levantamiento. Las labores se extendieron por una hora más. Los mismos nadadores de La Felisa, ataviados con lazos, ayudaron al equipo criminalístico a subir el cuerpo hasta tierra firme.
Era un procedimiento que no podía estar a cargo de la Sijín, de la Policía, si se tiene en cuenta que ya hay una investigación abierta por el presunto delito de desaparición forzada, en contra de los agentes Guillermo León Marín Sierra, León Álvarez y Alejandro Vanegas.
Están puestas las garantías
Esa fue la respuesta que dio en el lugar de los hechos, el coronel Óscar Gómez Heredia, comandante Operativo de la Policía Antioquia. El oficial dijo que estaban puestas sobre la mesa todas las garantías de transparencia en el proceso.
Pero pese a las expectativas, será Medicina Legal de Medellín, el organismo competente para identificar plenamente el cuerpo rescatado. "Hasta que no se coteje, ya sea con carta dental, o con una prueba de ADN, no se puede decir que esa persona es Eliana María", dijo un investigador.
Es por eso que la historia no termina aquí. Carlos y sus hombres anoche mismo emprendieron viaje hacia el sector de Porce III, donde presumen podría estar Lina.
"Este río es muy pequeño pero tiene muchas raíces en la mitad, por eso es muy peligroso. La otra muchacha debe estar atrapada en algún palo", dijo Mauricio Andrés Blandón, o Marucho, otro de los nadadores.