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Si las elecciones presidenciales fueran hoy, ninguno de los candidatos ganaría en primera vuelta, el voto en blanco sacaría casi la misma votación que el presidente Juan Manuel Santos y hasta el último minuto no se sabría quién acompañaría al Primer Mandatario en la segunda vuelta.
Es decir, el panorama electoral se ha mantenido estable por meses, salvo algunos repuntes, sobre todo los de la candidata del Partido Conservador Marta Lucía Ramírez que subió un 3,5 por ciento; la de la Unión Patriótica, Aída Abella un 2,7 por ciento; y el voto en blanco, que pasó a tener el 28,1 por ciento de favorabilidad, es decir, aumentó 0,7 puntos.
El leve bajonazo, por otra parte, se sintió en las campañas del presidente Santos, que cedió 1,3 por ciento; del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga que retrocedió un 3,4 por ciento y de la ficha presidencial del Polo Democrático Clara López, que se replegó un 1,70 por ciento.
A pesar de lo anterior, Santos sigue de primero en intención de voto, pero, como lo indicó el analista político, Andrés Mejía Vergnaud, "tenemos un presidente candidato que es fuerte, solo porque los demás son más débiles que él".
El voto en blanco, que subió un 1,7 por ciento está en las mismas que los candidatos en contienda. Sin embargo, como resalta el director de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, Iván Garzón, "este dato es importante cruzarlo con el que es, a mi juicio, el más relevante de la encuesta: en que solo el 41 por ciento asegura que votaría en las presidenciales, es decir, 10 puntos menos que en diciembre. Luego, en mayo podríamos tener una abstención del 60 por ciento".
Pierde Zuluaga
Sin embargo, en ese panorama tan poco variable desde que comenzó esta medición de la Gran Encuesta de los Medios y, por ende, tan incierto en que están los colombianos para votar, el perdedor fue el Centro Democrático con Óscar Iván Zuluaga, como lo indicó el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry.
De hecho si antes le llevaba nueve puntos de ventaja al tercero en la favorabilidad, ahora, a lo sumo le lleva 2 por ciento al tercero, el precandidato Peñalosa.
"Zuluaga es un candidato que al principio pudo haber tenido posibilidades, pero su aspiración nada que despega, a pesar de llevar un año en campaña, y peor, incluso baja. La campaña funcionó en un principio por lo novedoso de que el uribismo constituyera una nueva fuerza política. Pero Colombia es un país presidencialista, y se busca a un líder, no un segundo", anota Mejía.
Por otro lado, Enrique Peñalosa, a pesar de subir ocho puntos en imagen favorable, solo le lleva un 0,1 por ciento de diferencia a la cuarta, Marta Lucía Ramírez.
Sin embargo, Peñalosa, dicen algunos, podría dar una buena pelea por los votos, aunque tenga la dificultad de llegarle a los votantes rurales. Con la precaria imagen de los posibles contendores de Santos, la palabra alianza empieza a brillar en el horizonte.
Al respecto, el politólogo Garzón indicó que "a pesar de que aún es prematuro saber quién quedará con Santos para la segunda vuelta, el mensaje es claro: si las alianzas no se hacen para la primera vuelta, será demasiado tarde".
Para Mejía, ni siquiera una alianza haría posible que se pudiera derrotar al presidente, toda vez que la única que está como posible es la de los conservadores con los uribistas "y en ese caso se trata de nichos similares que poco sumarían para alguno de los candidatos".
"Cuando se tiene un escenario en el que pasan y pasan los meses, y ni el candidato presidente despega, a pesar de tener a su disposición la chequera y el poder; y sus contendores están peor; el escenario está planteado para un nuevo candidato, uno que interprete esa realidad".