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Pese a que la mayor parte de la marcha en Medellín contra la reforma a la ley que rige la educación superior (Ley 30 de 1992) había transcurrido en un ambiente pacífico, éste se vio afectado por un grupo de por lo menos 20 encapuchados.
Un estudiante de la Universidad de Antioquia, que estuvo al tanto de los hechos, explicó que fue por desinformación que muchas personas continuaron el recorrido que estaba programado para que concluyera en los alrededores de la estación Estadio y que, aunque no estaba previsto, la Policía autorizó que siguieran hasta la Universidad Nacional.
Las versiones indican que fueron los 20 encapuchados los que iniciaron la alteración del orden público para atacar a la Fuerza Pública.
La convocatoria en esta ciudad fue masiva, pues se calcula que más 12.000 personas se unieron a la marcha que salió de la U. de A. a la 1:00 de la tarde. En el recorrido había docentes y estudiantes, de instituciones públicas y privadas, cargando pancartas a favor de la Educación Superior.
Uno de los que iba en las primeras líneas era Jorge Gil, un estudiante que se tomó la tarea de orientar el trayecto original, que esta vez fue diferente a los tradicionales.
La marcha inició en la U. de A. y a ésta se fueron uniendo manifestantes en el Pascual Bravo, el ITM, la Ciudadela Robledo y el Colegio Mayor.
Cuando la cabeza de la marcha llegó a la carrera 80 se notó más la magnitud de la movilización, que a los conocidos cantos de “Soy estudiante soy”, esta vez sumaron una parodia de la canción Lamento Boliviano.
La versión de esa composición de la agrupación Enanitos Verdes que se creó para esta ocasión dice “me vienen a quitar la universidad, soy un estudiante echado pa’ delante, que quiere transformar, toda la sociedad, de la injusticia ya cansado”.
El objetivo de la marcha
El objetivo de la manifestación era llamar la atención del Gobierno Nacional para que reflexione sobre la importancia de velar por temas como la calidad, la autonomía y la financiación plena de la educación.
El estudiante de Medicina de la Universidad de Antioquia, Víctor Javier Correa, dijo que un tema clave es la calidad porque las instituciones están mal ranqueadas comparadas con la región.
Además sostuvo que un factor del 50 por ciento de la deserción de los estudiantes universitarios es un índice que también debe generar alarma a las autoridades.
"La idea es buscar que la educación más que un privilegio sea un derecho", comentó.