Tres estudiantes le comieron cuento a un compañero y terminaron secuestrados.
En la tarde del domingo Wílber Andrés Cuesta Córdoba, de 17 años, John Bismark Rengifo Mosquera, de 19; y Ana Milena Hinestroza Mosquera, también de 19 años, fueron secuestrados, al parecer, por el frente 34 de las Farc en inmediaciones de San Martín de Purré, una localidad ubicada a veinte minutos de Quibdó.
Según las primeras investigaciones, habría sido un mismo compañero de estudio, miliciano de 20 años de edad, el que los habría llevado al lugar del plagio.
"Este miliciano se ganó la confianza de los jóvenes, los invitó a fiestas, les gastó, hasta que el domingo los invitó a pasear y los secuestraron", indicó el coronel Luis Javier Pérez Orellanos, comandante de la brigada XV.
Según las autoridades, el secuestro tendría fines extorsivos y no sería la primera vez que los estudiantes son utilizados como carnada.
"Hace una semana logramos evitar un secuestro gracias a la información de la misma comunidad. Dos milicianos se iban a llevar a un menor de edad con engaños", explicó el coronel Pérez.
En lo que va del año, se han presentado diez secuestros en todo el departamento. En ellos han sido plagiadas 32 personas, de las cuales tres están en cautiverio, las tres del domingo anterior.
Las bandas, el mayor azote
El comandante de la brigada XV dijo que luego del consejo de seguridad realizado ayer en la tarde, se le hizo seguimiento a los operativos de rescate y se acordó trabajar con la comunidad para que suministre más información.
El secuestro más reciente tuvo lugar el pasado 17 de julio en Bocas de Bebará, municipio de Medio Atrato.
Ese día las Farc plagiaron a 18 personas que se dirigían en una Panga de Turbo a Quibdó.
Sin embargo, el coronel Óscar Hernández, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Atrato, sostiene que a pesar de algunos episodios, el río vive hoy una realidad muy distinta a la de hace cuatro años.
"Hace dos meses nos secuestraron como a 18 personas, pero en cuestión de una semana ya todas estaban libres por presión de las tropas", indicó el militar.
"Pero hacía cuatro años no se veía un hecho así en el Atrato", aseguró.
El coronel Hernández explicó que no sólo son las Farc el dolor de cabeza de sus tropas y coincidió con el general Héctor Eduardo Peña, comandante de la Brigada XVII, en Urabá, en cuanto a que el mayor azote de Chocó y Urabá son las bandas criminales, en especial la de alias "don Mario".
"Por dinero, estas bandas logran infiltrarse en los organismos del Estado, es lo que pasó en la Fiscalía y hasta nosotros fuimos víctimas de esas infiltraciones. Por eso nuestra preocupación", dice el general Peña, desde su base militar en Carepa.
De otro lado, para el coronel Hernández, la presencia de la banda Los Rastrojos en Chocó y de su presunta disputa con "don Mario", no pasa de ser un mero rumor.
"Se supo de una intención de que Los Rastrojos querían el control de Urabá. El rumor en Unguía era que el desmovilizado 'Alfa 5' (Ómar Solera Reyes) se la jugaba doble a 'don Mario' y fue asesinado en febrero de este año. Lo envenenaron. Desde eso no se ha vuelto a escuchar nada de Los Rastrojos", advirtió el militar.