El ajuste de las válvulas del motor se encuentra dentro de las operaciones que deben ser realizadas en una afinación o sincronización del motor de un automóvil.
Para comenzar, todo motor de vehículo posee en sus cilindros una compuertas llamadas válvulas por donde entran los gases de combustión y otras por donde salen los gases quemados. Son llamadas válvulas de admisión y válvulas de escape respectivamente. Ellas son accionadas por el eje de levas el cual va sincronizado en su movimiento con el cigüeñal y para hacerlo tienen una serie de mecanismos que trasmiten el movimiento desde cada una de las levas del eje. Las válvulas tienen que abrir de manera muy precisa para garantizar un llenado o un vaciado de los cilindros de forma eficiente y a su vez al momento de estar cerradas debe hacerlo de manera perfecta para permitir un sellado de los gases mientras estos están adentro de las cámaras de los cilindros.
Sin embargo, existen dos fenómenos que deben tenerse en cuenta para garantizar dichos ajustes en el tiempo. El primero es que las piezas metálicas del motor se dilatan y se hacen de mayor longitud al alcanzar la temperatura normal de funcionamiento; haciendo obligatorio dejar unos espacios en el ajuste de las válvulas para compensar dicha dilatación. En segundo lugar, el funcionamiento, produce un desgaste que con el tiempo hace que la apertura de las válvulas sea menor y, por ello, se pierda eficiencia en la operación del motor.
Ajustar las válvulas de un motor significa entonces, calibrar esos ajustes que se dejan para compensar la dilatación de las partes del mecanismo de accionamiento de las válvulas, haciendo que desaparezca el desgaste producido por el tiempo. Como es obvio debe hacerse con el motor frío, pues si ya esta caliente a temperatura de operación, es probable que desaparezcan o sean menores y al calibrar queden funcionando de manera incorrecta.
El ajuste se hace midiendo con un calibrador de galgas. Estas son unas laminillas metálicas de diferentes espesores que se introducen en el punto de ajuste una a la vez, hasta determinar cual es la medida del juego. Luego se introduce la recomendada por el fabricante y se lleva el ajuste de la válvula a esta medida.
En algunos casos este ajuste se hace apretando o aflojando un tornillo para cambiar la longitud. En otros el ajuste se hace insertando unas especies de monedas de diferentes espesores, las cuales se intercambian hasta lograr el juego especificado por el fabricante. La calibración debe ser cada 25.000 kilómetros. En los vehículos modernos han aparecido mecanismos de accionamiento de válvulas hidráulicos que funcionan con la presión de aceite de motor y no se requieren ajustes.