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Previo al inicio de un nuevo ciclo de negociaciones en La Habana con los delegados del Gobierno, las Farc calificó de "presión y chantaje injerencista" la permanencia de sus máximos jefes, alias "Timochenko" e "Iván Márquez", en la lista de narcotraficantes del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Mediante un comunicado, la guerrilla cuestionó al Gobierno estadounidense por no "tener autoridad moral y hacerse el de la vista gorda ante el hecho notorio de que la CIA maneja el negocio del narcotráfico mundial, de donde deriva la financiación de sus operaciones encubiertas y de desestabilización de gobiernos legítimamente constituidos".
También crítica que, mientras el presidente Barack Obama ha expresado su apoyo al proceso de paz en Cuba, "el Departamento de Estado al descalificar a la guerrilla, descalifica al gobierno colombiano que dialoga con la insurgencia política. Es contradictorio".
El programa de recompensas contra el narcotráfico ofrece hasta cinco millones de dólares por su ubicación de los jefes guerrilleros y mantiene a 13 miembros de las Farc en la lista de narcotraficantes más buscados.
El Gobierno y las Farc reanudaron este jueves las negociaciones sobre el problema de los cultivos ilícitos en Colombia, del cual han anticipado que se están llegando a consensos para conseguir un acuerdo parcial y avanzar en la negociación de la agenda.
La discusión ha estado marcada por la tensión tras los señalamientos a la guerrilla de está involucrado con el narcotráfico. Las Farc han reiterado que no están inmersas en el tráfico de estupefacientes, pero el Gobierno, las autoridades judiciales nacionales y agencias antidrogas como la DEA de Estados Unidos y la Policía mexicana, así como estudios independientes, acusan a las Farc de financiarse con dineros provenientes del narcotráfico.
Según la Policía Antinarcóticos, las Farc participan desde la siembra de la hoja de coca y marihuana, la producción en cristalizaderos y laboratorios, el tráfico y la distribución, así como en alianzas con las bandas criminales y los carteles mexicanos.
Las autoridades coinciden en que hay más de 20 frentes guerrilleros dedicados a este negocio ilegal, además de cobro de "gramaje" (renta por cultivar en territorios donde hace presencia la guerrilla) a cultivadores de coca y narcotraficantes. "No es coincidencia que esas estructuras se ubiquen en zonas de cultivos ilícitos, centros de producción, zonas fronterizas y costeras, usadas para el tráfico hacia Centroamérica o el Caribe, donde la droga es enviada vía aérea y marítima a Estados Unidos y Europa”, dice un informe de la Policía Antinarcóticos.