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En el inicio del decimotercer ciclo de conversaciones entre el Gobierno y las Farc, la guerrilla volvió a injerir en la actualidad nacional refiriéndose al paro cafetero y a las negociaciones con los campesinos del Catatumbo.
Con un comunicado publicado en su página web, los plenipotenciarios farianos pidieron, por ejemplo, la supresión de la Federación Nacional de Cafeteros, lo que calificaron como "una necesidad sentida. No se puede seguir premiando tanta equivocación. Son más de quinientas mil familias colombianas las que dependen del ingreso cafetero".
Además, se refirieron al precio de la gasolina en el país y al papel de Ecopetrol que, dicen, "actúa en detrimento del consumidor colombiano, llámese usuario de carro de familia o transportador de tractomula; trátese de gasolina corriente o kerosene o ACPM".
Ya, desde que las Farc incluyeron en sus alocuciones temas que nada tienen que ver con la agenda pactada con el Gobierno, el jefe negociador Humberto de la Calle Lombana, precisó que no se cambiará el modelo económico colombiano y que eso solo lo deben buscar en las urnas.
El analista León Valencia, que hace poco propuso que las curules que perdió la Unión Patriótica, debido a la persecución política, les sean restituidas a las Farc, comentó que los comandantes guerrilleros, desde la isla, quieren convertirse en "líderes de la protesta social, y eso si es indiscutible, ellos quieren salir a hacer política como líderes de la protesta social y van a alentar todos los paros, porque ahí pueden obtener respaldo".
Valencia aseguró que "el Gobierno está confiado en el avance que están teniendo los diálogos en este momento. Ahora están avanzando en cosas practicas de cómo sería la participación política de las Farc. Lo que les importa".
En los últimos días, el alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, dijo que espera que el fin del conflicto se firme para fin de año, por lo que la aprobación de la participación política se debe apresurar.