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El acercamiento entre las cúpulas de las Farc y el Eln para conformar un frente común, que favorezca sus posiciones en las negociaciones de paz con el Gobierno, vuelve a evidenciarse con el comunicado conjunto en el que reiteran sus intereses políticos y militares.
En el mensaje firmado por los jefes máximos de ambas guerrillas, Timoleón Jiménez, alias "Timochenko" y Nicolás Rodríguez Bautista, alias "Gabino", reiteran su voluntad de negociar el fin del conflicto armado y la necesidad de un cese el fuego bilateral, sin dejar de criticar al Estado.
"Las dos fuerzas estamos trabajando de lleno por concretar los diálogos de paz, lo cual no resulta fácil frente a un gobierno profundamente reaccionario, neoliberal, comprometido hasta el tuétano con los intereses de las transnacionales y el imperialismo norteamericano, militarista, guerrerista y oligárquico".
Al mismo tiempo, coinciden en que ambas organizaciones guerrilleras aspiran a convertirse en movimientos políticos de oposición y por eso insisten en que "los diálogos de paz, concebidos como una gran apertura para que las guerrillas amplíen los espacios para hacer política (...) pueden convertirse en el más poderoso factor de agitación y organización popular".
Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, considera que la agenda del proceso de paz con las Farc coincide con intereses del Eln para iniciar su propio diálogo como "el acceso a la participación política, víctimas y cultivos ilícitos, a lo que ellos (Eln) agregarían la discusión sobre la explotación minera y de petróleo".
Un tema que une a ambas guerrillas es su insistencia en un cese el fuego bilateral y el rechazo a los reiterados anuncios del Gobierno de mantener la ofensiva militar en medio de los diálogos.
"Los enemigos de nuestro pueblo se arman y preparan con dedicado celo, con el objetivo cuidadosamente calculado de aplastarnos", reseña el comunicado conjunto.
El Gobierno ha sido enfático en que mantendrá la ofensiva militar para evitar el fortalecimiento de las guerrillas y que las Fuerzas Militares no se reducirán, aun si hay acuerdos de paz con la insurgencia.
Mientras el proceso de paz con las Farc ajusta 14 meses, el Gobierno ha reconocido acercamientos con el Eln, aunque secretos hasta ahora y por fuera del país. Todo apunta a un diálogo en una mesa de negociación independiente.