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Fausto Mosquera Garcés llegó a ser campeón en atletismo, a saltar casi dos metros y a entrenarse con la misma medallista Caterine Ibargüen. "Pero quería algo más, encontré el rugby y acá estoy", dice uno de los varones antioqueños que estarán, desde mañana, en el Suramericano de rugby en Brasil.
Fausto es intimidante. De raza negra, con 1,90 metros de estatura, musculoso y fibrudo, que mete miedo en la cancha. Tiene el biotipo perfecto para la modalidad de sevens, la misma que es olímpica, y que desde mañana enfrentará a Colombia con Chile, Perú, Ecuador (sábado) y el favorito Argentina (domingo).
"En la modalidad hay que ser rápidos y fuertes, saber jugar en varias posiciones, y tener un buen físico", anota el jugador de 26 años, del equipo Renos de Bello, y que entrenó junto a la cubana Regla Sandrino, la misma de Caterine, la dueña de la plata olímpica. Solo hace tres años dio el brinco. "Llegué a ser selección Antioquia y logré algunos triunfos nacionales, pero le dije a unas amigas que me metieran en el rugby, y ya no me cambio por nada", sostiene Fausto, el negro que mete miedo.