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Si hasta hace unos días el debate estaba abierto para aceptar la marihuana con fines terapéuticos, por estos días la discusión es otra. Esta vez, por el lado de la medicina alternativa.
Ahora, el Invima exigió que a partir del próximo 14 de noviembre los productos de consumo oral y que generan un efecto en el sistema nervioso central, realizados a base de valeriana, sábila, diente de león, toronjil, cidrón y manzanilla exigirán la fórmula médica para su comercialización.
"¿Será que a este paso vamos a necesitar fórmula médica para tomarnos una aromática?, -cuestionó Yahel Bibiana Bueno Pineda, directora ejecutiva de la Federación Naturista de Colombia, Fenat-. Es absurdo lo que está sucediendo con el Gobierno, ya que su mensaje es contradictorio para la industria en general. Además, deja una serie de interrogantes en el ambiente: ¿qué busca el Gobierno con esta serie de medidas interpuestas a la industria naturista? ¿Prefiere darles prioridad a las multinacionales que a la industria colombiana? ¿Dónde está el valor cultural de las plantas medicinales?".
Frente a estos interrogantes el Ministerio de Salud señaló que no comparte la determinación del Invima para exigir fórmula médica a más de 40 productos naturistas a partir de noviembre de 2014.
"El tema no tiene que ver con el Ministerio, fue una determinación de la sala especializada del Invima. No nos consultaron, es una sala independiente", dijo el ministro Alejandro Gaviria.
La industria naturista del país señala que con esta determinación se desconoce el uso tradicional de las plantas, que por norma internacional está permitido.
Además, va en contravía de los criterios respaldados por la Organización Mundial de la Salud, OMS y reconocidos en el Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales, avalado y publicado por el Ministerio y realizado por la Universidad Nacional.
Así las cosas, Colombia se convertiría en el primer país con este tipo de exigencias.