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La bandera de su mochila está ladeada. La pegó así porque su corazón está de lado, mitad paraguayo y mitad francés.
Virginie Isabelle Chavalet es el nombre de esta parisina de 25 años que debuta en una competencia internacional con la camisa de Paraguay. Lo hará en el nado sincronizado individual en los Juegos.
Hace ocho meses decidió retomar el deporte que con tanto empeño practicó desde cuando tenía nueve años y que había suspendido hacía ocho debido a sus estudios. En ese lapso se casó con un paraguayo, hoy su preparador físico y sicólogo. "No hay mejor motivación que la del esposo", comenta Virginie, quien ahora vive en Aregua, a 29 kilómetros de Asunción.
"En Paraguay no existe el nado sincronizado. Toqué las puertas de los clubes y piscinas para que me dejaran entrenar y luego hablé con la Federación para representarlos con este deporte", explica con fino acento francés.
Es geógrafa y tiene un Magister en Desarrollo Turístico. Habla español de forma fluida. Cuenta que sueña con difundir el sincronizado en Paraguay y próximamente montar una escuela para niñas.
Venezuela, Paraguay y Colombia son los países que conoce del cono sur y muy bien impresionada la tiene Medellín, de la que resalta el carisma de la gente y el desarrollo. Ella es la sorpresa para Suramérica en sincronizado. Su nivel debe ser alto, pues Francia tiene a la campeona del mundo Virginie Dedieu, a quien Chavalet siguió y estudió cuidadosamente durante su preparación para los Juegos.