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7 y 9
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Voy a contarte mi secreto a solas, le dije una vez al mar y con sentida voz, le conté el desastre de mi vida, y al conocer mi amarga desventura -hombre- exclamó con doloroso acento "soy grande pero más es tu tormento, soy hondo pero más es tu amargura".
Ese es el poema, una especie de lamento de un preso, que aún cuelga sobre una de las viejas paredes de la cárcel de la isla Gorgona. Un canto al mar, desde la desconsolada vida tras las rejas.
Lo que por años fue un castigo hoy es un regalo natural.
Gorgona, a un par de horas de Guapi, es Patrimonio de la Humanidad. Desde 1977 dejó de ser prisión para convertirse en Parque Natural. Dejó de ser un lugar del que se quiere escapar, para convertirse en un paraíso que atrapa.