El representante de la Unicef en Colombia, el estadounidense Paul Martin, denunció el reclutamiento de menores de edad por parte de grupos armados ilegales en zonas fronterizas colombianas con Venezuela y Ecuador.
"Es un problema por la presencia de grupos armados en esas áreas. No es un problema transfronterizo", aseguró ayer el diplomático durante la primera jornada del 'Congreso internacional sobre la prevención de reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos ilegales.
Martin reveló que ha recibido denuncias de reclutamiento en la frontera con Venezuela y Ecuador.
"Sabemos que hay menores de edad en las filas armadas ilegales en la frontera con Ecuador y con Venezuela. El tema del reclutamiento sigue al asunto de la delincuencia organizada, hay más presencia de grupos armados ilegales de todos los colores en esas zonas", dijo el funcionario.
Añadió que sabe de otros casos de alistamiento forzado en filas de esas organizaciones irregulares en el litoral Pacífico colombiano, en los departamentos de Nariño, Cauca y Chocó, así como en zonas de Antioquia.
En esas regiones actúan las guerrillas de las Farc y el Eln, así como bandas criminales.
Martin pidió, en los casos de ese reclutamiento en las zonas fronterizas, que los Gobiernos de los tres países "dejen a un lado las diferencias políticas y enfrenten" el problema humanitario que se deriva de esa situación.
Quince mil niños en las filas
En el congreso se presentó además un estudio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que reveló que 4.136 niños y niñas desmovilizados de los grupos armados ilegales han regresado a su vida normal desde diferentes zonas del país.
De acuerdo con el mismo informe, el 80 por ciento de esos menores, en entrevistas con la entidad, aseguraron que estaban acompañados de uno o dos menores de edad. Por eso, se estima que en las selvas colombianas hoy debe haber, al menos, unos quince mil niños combatientes.
La revelación fue una de las más estremecedoras que se escucharan .
El evento se cumple en Bogotá, con la participación de expertos internacionales y por convocatoria de la Vicepresidencia de la República, Unicef y el Comité de la ONU para la defensa de los derechos del niño.
Luis Eladio Pérez, quien fue liberado por las Farc y ayer participó en el Congreso, sostuvo que durante su cautiverio la gran mayoría de sus carceleros eran niños que no pasaban los 14 años de edad.
"La presencia de los menores en el conflicto es algo que debe prender las alarmas de toda la sociedad colombiana".
El ex congresista aseguró que las niñas son las víctimas que sufren más y son más vulnerables, ya que además de ser explotadas físicamente, son explotadas sexualmente por los comandantes de los frentes guerrilleros.
Pérez reveló que dentro de la jerga de las Farc, es común bromear con las denominadas "rangueras" haciendo referencia a las menores de edad que cuando ingresan a la organización buscan relacionarse sexualmente con los guerrilleros de mayor rango, como único camino para tener preferencias tan simples como usar aretes, desodorante o esmalte.
Relató que durante su cautiverio la gran mayoría de carceleros eran niños que no pasaban los 14 años de edad.
Por su parte, el vicepresidente de la República, Francisco Santos, explicó que fenómenos como el pandillaje y el microtráfico de drogas son la cuota inicial del reclutamiento de menores a los grupos armados ilegales.