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La presentación del subversivo de las Farc, Tulio Murillo Ávila, como una víctima del conflicto armado, quien hace parte del cuarto grupo de afectados por las hostilidades que viajó ayer a Cuba, es una de las propuestas de esta guerrilla desde el inicio de la discusión del quinto punto de la agenda. Esta petición no apunta solo a él, sino también a otros guerrilleros presos en distintas cárceles de Colombia.
Desde el inicio de los diálogos en La Habana, esta guerrilla centró su discurso en declararse víctima y no victimarios, posición que ha ido cambiando a lo largo de dos años de negociación, y que cedió terreno en su posición al reconocer que con sus acciones violentas han afectado a la población civil, y reconocer también que algunos policías y soldados serían víctimas del conflicto.
Este cambio de discurso fue, según el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, una estrategia utilizada por las Farc para lograr el reconocimiento de los guerrilleros como víctimas y para equiparar posiciones en la mesa.
Dice Ortega que la llegada virtual del guerrillero a Cuba "abre una puerta para reconocer a otros guerrilleros como víctimas, pese a que ellos son los que han causado mayores afectaciones a la población civil en el país".
En esa medida, agrega Ortega, el Gobierno da el visto bueno a la participación del guerrillero Murillo, como respuesta al reconocimiento hecho por la guerrilla a militares y policías como víctimas del conflicto armado en el país.
Fue una concesión
La llegada virtual a Cuba de Murillo, conocido con el alias de "Alonso" o "Chamizo", quien participará en una videoconferencia, fue una concesión del Gobierno, el cual cedió para realizar la grabación, explicaron desde la ONU.
Fabrizio Hochschild, coordinador residente humanitario de las Naciones Unidas en Colombia, ve en la propuesta de presentar al guerrillero como víctima un tema controversial para la opinión pública, pero aún así, explica, no pueden desconocerse sus derechos fundamentales.
"Todos, incluso los guerrilleros y los que han sido condenados por graves crímenes, tienen derechos que deben ser respetados por doloroso que sea. No se puede decir que por el hecho de ser guerrillero o miembro de la Fuerza Pública, uno no puede tener hecho victimizantes", dijo Hochschild.
El funcionario de Naciones Unidas precisó que la guerrilla insistió en la necesidad de incluir al subversivo para dar un mayor equilibrio a las delegaciones de víctimas.
Naciones Unidas, la Universidad Nacional y la Conferencia Episcopal apoyaron las declaraciones de Hochschild y precisaron que alias "Alonso" se identifica como víctima de violaciones a sus derechos humanos en condición de detenido, donde ha recibido amenazas y ataques en su contra.
¿Quién es "Alonso"?
En información entregada por el Ejército a este diario, se reseña que Tulio Murillo Ávila, alias "Alonso", fue el máximo cabecilla del frente noveno de las Farc, y estuvo en esa organización por 23 años. Las autoridades lo señalan como el responsable de múltiples ataques en el Oriente antioqueño, como el perpetrado en Cocorná, el 30 de noviembre de 1998; una incursión armada en San Luis, el 11 de diciembre de 1999, que dejó varias cuadras del pueblo destruidas y muertos nueve policías y tres civiles; y un ataque en Granada, en junio de 2001.
"Él es considerado hijo de uno de los 48 fundadores de las Farc. "Alonso" recibió instrucción político-militar y por eso hizo parte desde muy joven de las filas guerrilleras. Fue mensajero del Bloque Noroccidental y colaborador del Secretariado. Perdió una pierna por una complicación por una vieja herida guerra", dijeron fuentes militares.
Alias "Alonso" fue capturado en el 2005 por unidades de la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas en coordinación con la Fiscalía, en la vereda La Meseta del municipio de Girardota, Antioquia. Era solicitado por los delitos de secuestro extorsivo, homicidio culposo y rebelión.
Las otras víctimas
La cuarta delegación de víctimas que viajó el sábado a Cuba está conformada por Nora Elisa Vélez, quien tendrá la vocería de la comunidad Lgbti. En 1997 fueron asesinados cuatro de sus hermanos al parecer por las Farc y paramilitares del Valle del Cauca.
La periodista Jineth Bedoya, quien fue secuestrada, torturada, amenazada de muerte y agredida sexualmente, cuyos delitos fueron declarados de lesa humanidad pero por los cuales no hay condenas, también viajó en esta ocasión.
Entre las víctimas está María Zabala, una mujer que padeció los vejámenes del paramilitarismo en el departamento de Córdoba, que ha recibido amenazas por reclamar su tierra y fue reconocida como Mujer Cafam en el año 2004 por su lucha con su comunidad para defender la tierra, que con tantas dificultades ha logrado mantener.
La delegación está conformada también por Luz Marina Cuchumbe, Juan Carlos Villamizar, Wilfredo Landa Caicedo, Alberto Tarache Niño, Guillermo Murcia Duarte, Germán Graciano, María Jackeline Rojas y Lisinia Ciollazos Yule, sobreviviente de la masacre del Naya (Cauca), perpetrada por las Autodefensas en el 2001.
Antes del viaje a La Habana, el presidente Juan Manuel Santos habló del reconocimiento hecho por las Farc sobre las afectaciones a la población civil y recalcó: "eso es un paso importantísimo, porque estamos comenzando a entrar en el terreno de las responsabilidades que es lo que en la justicia transicional. Es importante, que asuman las responsabilidades para poder aplicar la justicia transicional".
Las cuatro delegaciones de víctimas que viajaron a Cuba estuvieron integradas así: 30 mujeres y 18 hombres. Por hecho victimizantes, 18 fueron afectados por las Farc, 15 por acciones de paramilitares, 5 de varios grupos armados incluyendo al Eln, y 10 de otros crímenes como desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y otros relacionados con actividades sindicales.