La tensión entre Israel y los terroristas de Hamás, apostados en la Franja de Gaza, subió de tono ayer con el impacto de dos cohetes disparados por militantes palestinos contra Tel Aviv, la capital comercial israelí.
Aunque no se confirmaron muertos por el hecho, sí fue el primer ataque en 20 años contra esta ciudad, esta vez, en represalia por la muerte el miércoles del jefe del brazo armado de Hamás,
Ahmed Yabari, en ataque dirigido por Israel.
Esta escalada violenta ha cobrado la vida de 22 personas, solo ayer en Israel, dos mujeres y un hombre murieron al impactar en su casa de Kiriat Malaji, a unos 30 kilómetros de Tel Aviv, uno de los 270 proyectiles lanzados desde la franja en las últimas 24 horas.
Horas antes de este ataque, Hamás mató a otros tres israelíes al norte de la Franja de Gaza, mientras la cifra de palestinos muertos subía a 16, cinco de ellos niños.
"Ningún país puede permitir una situación de este tipo, alcanzamos estrategias militares exactas, bombardeamos almacenes para disminuir a Hamás y a otras organizaciones terroristas en la Franja de Gaza. El problema es que ellos utilizan a los civiles como escudos de protección y eso no lo toleraremos, por eso el objetivo de la operación "Pilar Defensivo" es preservar la vida de la población israelí ante Hamás", destacó a este diario
Roni Kaplan , vocero del Ejército de Israel.
Según la Constitución de Hamás, Israel existe y continuará existiendo hasta que el islam lo elimine. "El día del juicio no se dará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos y los eliminen", agregó Kaplan quien reiteró que la Franja de Gaza es un corredor para mover armas provenientes de Irán.