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Las mismas cifras del Dane con que el Gobierno reporta como propios los avances del mercado laboral y la disminución, mes a mes, de la tasa de desempleo en el país, también son usadas por la Escuela Nacional Sindical (ENS) para analizar más reposadamente el panorama del último año.
Si para el Gobierno de
Juan Manuel Santos fue un logro la reducción de 0,4 por ciento en la tasa de desempleo en todo 2012 (2,39 millones de cesantes), en su sexto Informe Estado del Trabajo Decente en Colombia, la ENS alerta que en el 20 por ciento de la población más pobre se registró una desocupación de 24,7 por ciento y entre los jóvenes entre 20 y 24 años de ese segmento alcanzó el 40 por ciento.
Así, Colombia no tiene mucho por celebrar en esta semana que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) dedica a llamar la atención en el mundo sobre la necesidad de más trabajo decente, es decir, una ocupación productiva con remuneración justa, protección social y seguridad laboral.
"En 2012 se generaron 676.906 nuevos ocupados, pero solo 28,3 por ciento cotizaban a pensiones, el resto encontró trabajo por fuera de lo que exige la ley", concluye
Héctor Vásquez Fernández, director de Investigaciones de la Escuela Nacional Sindical (ENS).
Al cierre de 2012, el Dane contabilizó 20,7 millones de colombianos ocupados, pero 14,07 millones, un 68 por ciento, son informales, con el agravante de que 12,3 millones no tiene seguridad social (ni salud ni pensión).
"La alta informalidad se explica por bajos niveles de educación de los ocupados. En 2012 solo la décima parte tenía educación superior completa y un millón de ocupados no tiene ningún estudio. En el sector rural el promedio es de 4,7 años de escolaridad", agrega Vásquez.
Pero la peor parte la llevan los jóvenes, una tasa de desempleo 18,98 por ciento, que para los hombres es de 14,32 pero en las mujeres se duplica hasta 28,16 por ciento.
"Hay un déficit estructural de trabajo decente para las mujeres con una informalidad más alta que los hombres y con una remuneración promedio menor en un 21 por ciento. El 38 por ciento de las mujeres trabajadoras recibieron menos de un salario mínimo", añade
Carmen Tangarife López, investigadora laboral de la ENS.
Con un crecimiento de la economía de 4,2 por ciento que en 2012, —el Gobierno espera un 4,5 por ciento para 2013—, no se corresponde con un mercado laboral en que el 42,8 por ciento de trabajadores recibieron menos de un salario mínimo, hay 1,5 millones de ocupados que no tiene un ingreso y, según el mismo Dane, un ocupado es aquel que "trabajó por lo menos una hora remunerada en dinero o en especie en la semana de referencia".