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Un cometa galopante, planetas y la más esperada lluvia de estrellas del año. Esto trae diciembre.
El cielo, donde las condiciones atmosféricas lo permitan, tiene mucho para mostrar en las semanas que quedan.
Se producirá además, el 21, el solsticio de invierno, en el cual el Sol alcanza su máxima posición al sur, marcando el inicio del verano en este hemisferio.
Son cinco los planetas que se pueden observar en estos días. Venus sigue como ese "lucero" vespertino del habla popular, brillando fuerte al caer el Sol (el jueves alcanza el máximo brillo), mientras que Júpiter, según Débora Byrd y Bruce McClure, se eleva por oriente después de las 8 de la noche y se puede apreciar durante toda la oscuridad.
Marte aparecerá después de las 12 de la noche por el este y Saturno luego de las 4 de la mañana. Finalmente después de las 5 hace su presencia Mercurio poco antes de amanecer. O sea, en un momento dado estarán cuatro planetas en exposición, todos visibles al ojo desnudo, pero unos binoculares o telescopio pequeño ayudarán a ver, por ejemplo, las cuatro lunas galileanas de Júpiter.
El espectáculo central llega entre el 12 y el 14, con la lluvia de las Gemínidas, usualmente la más nutrida del año con hasta 100 meteoros por hora.
La Organización Internacional de Meteoros tiene como pico máximo de esta lluvia el viernes 14 a las 00:45 hora colombiana.
En esta ocasión ha Luna casi llena afectará la observación, pero los meteoros más brillantes se podrán ver.
Se puede observar desde el anochecer del 12, pues antes y después del pico se aprecian meteoros aunque en menor cantidad.
Por estos días se aprecia el cometa Lovejoy, que a diferencia del ISON sí resultó ser un espectáculo aunque cada vez se aleja más: se encuentra hacia la constelación del Boyero pasando a Hércules: se aprecia un rato antes del amanecer por el noreste, a simple luz bajo cielo bien oscuro.
Y como se espera que el clima mejore, no hay excusa.