El olor de la pintura hace algo así como un camino sin orden, acompañado por el golpe de los martillos que hunden los clavos, los tapetes que se pegan al piso, las letras que forman nombres y el paso de las hojas que dicen que ahí, justo en ese punto, va un color, un objeto, una tabla o eso depende.
Plaza Mayor es, en este instante, un lugar, por llamarlo de alguna manera, en construcción: se ponen las paredes, o los estand, de Colombiatex 2010.
"Es la parte más bonita de una feria porque es ver como se transforma un local vacío en unas muestras comerciales supremamente interesantes", expresa, con emoción, Carlos Eduardo Botero Hoyos, director ejecutivo de Inexmoda.
El montaje de la feria inició el jueves anterior y desde entonces, el trabajo es arduo.
Todo tiene que estar listo en la mañana del martes, cuando, oficialmente, se abran las puertas de un nuevo espacio dedicado a los textiles y los insumos.
"Es un trabajo que va hasta el lunes o inclusive martes a las seis de la mañana y uno siente a veces que no van a terminar las cosas, pero a las nueve está todo impecable", añade Carlos Eduardo.
Los materiales están en el piso, tanto así, que es difícil caminar. Y mientras algunos dan un brochazo, otros ya están dando los toques finales, acompañados por algunos expositores que no se despegan de su lugarcito, mirando que todo quede a la medida de lo planeado.
Las cifras señalan que hay unas tres mil personas trajando en el proceso de montaje, según lo expone el director ejecutivo, que además resalta que, "están expositores y contratistas de montajes de todas las partes de Colombia. Yo creo que eso es bien importante, no solo la generación de empleo que se da aquí en Medellín".
El equipo de Inexmoda también se ve por ahí, mirando que cada detalle funcione como debe ser. De hecho, Carlos Eduardo lo nombra, y se ríe, "acuartelamiento de primer grado".
Las empresas, en su mayoría, se ubican en el mismo sitio del año anterior, y cada una organiza su estand según sus necesidades.
Es así como Colombiatex se va viendo casi lista, por cada minuto que pasa. Hasta en las máquinas ya hay hilo, para coser una nueva feria, porque eso sí, como concluye Carlos Eduardo, "lo que necesitamos es que llegue la gente, con muchas ganas y muchos deseos. Hay grandes expectativas de que va a ser muy bonita".