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De una puñalada al corazón, terminó la pasión de un hincha de Millonarios el sábado en Cali. Óscar Eduardo Sandino, un líder social de la comunidad de Suba en Bogotá, quien luchaba con campañas en busca de tener paz en los estadios de fútbol, falleció en dando esa pelea.
Óscar Eduardo viajó a Cali con un grupo de 45 amigos de la barra Subazul, con el propósito de hacer el 'aguante' al equipo embajador, y sin ningún propósito bandálico o de generar disturbios en la capital vallecaucana, porque así lo dejó ver en su Facebook antes del viaje.
“Recuerden no llevar ropa de Millos, entre más caletos mejor, no queremos problemas, ropa informal, no entren trapos, sólo aguante, los esperamos, Subazul”, fue el mensaje para el viaje a Cali en su muro de Facebook, lo que demostró que hasta último momento Oscar Eduardo luchó por su objetivo social.
“Él quería hacer el cambio, por eso empezaron con una fundación desde 2010 haciendo cosas buenas para que los muchachos entiendan que el fútbol es un deporte y que tienen derecho a amarlo, pero sin violencia”, afirmó a Caracol Televisión la madre de Óscar Eduardo, Sandra Sandino.
Y añadió: “Definitivamente esto ya tiene que parar, para que en algún momento podamos ir al estadio con nuestras niñas, que era el legado y es el legado que él nos dejó, y espero de todo corazón que eso sea así”.
Con camiseta blanca y sin distintivos de Millonarios, asistieron Óscar Eduardo y sus amigos al estadio Pascual Guerrero de Cali y llegaron horas antes del partido, pero un grupo de 'hinchas' del Cali los atacaron con palos, piedras y armas blancas, según informó la Policía de la capital vallecaucana.
Y en el enfrentamiento, que dejó cuatro heridos más, Óscar Eduardo recibió una puñalada al corazón que le quitó la vida a las afueras del estadio, porque el traslado al Hospital Universitario fue tarde y el bogotano de 28 años de edad llegó muerto.
A pesar de los incidentes, que fueron horas antes del partido entre Cali y Millonarios, el partido se disputó sin ningún problema, pero la Policía Metropolitana de Cali analiza la posibilidad de cerrar el escenario deportivo por unos dos meses.