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Hugo Chávez volvió sorpresivamente a Venezuela este lunes y desató el festejo de sus partidarios, tras más de dos meses de convalecencia en Cuba donde fue operado por un cáncer que regó de incógnitas el futuro político de la potencia petrolera.
Pese a la algarabía, la falta de información sobre su enfermedad no deja en claro si llegó para asumir el nuevo mandato que ganó en octubre o para iniciar una sucesión que incluiría nuevas elecciones con el vicepresidente Nicolás Maduro como candidato, según planteó Chávez antes de partir a la isla.
Algunos analistas creen que en el corto plazo nada cambiará y mientras la oposición venezolana sigue cuestionando quién toma las decisiones en el Poder Ejecutivo, las primeras espadas chavistas insisten en que el presidente estuvo al mando durante su convalecencia.
Chávez volvió a su país en la madrugada y al igual que en los últimos dos meses no fue visto ni oído, a excepción del puñado de fotografías que difundieron medios oficiales el viernes pasado.
"Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. Gracias Dios mío! Gracias pueblo amado! Aquí continuaremos el tratamiento!", escribió Chávez en su cuenta de Twitter. "Sigo aferrado a Cristo y confiado en mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!", añadió.
Pólvora y pitos sonaban en el centro de la ciudad para festejar el regreso del líder socialista de 58 años, que aún no ha podido juramentar su cargo que le permitiría llevar su Gobierno socialista a casi 20 años consecutivos en el poder.
El Gobierno informó que Chávez fue ingresado al Hospital Militar, donde cientos de sus partidarios se agrupaban enarbolando banderas y gritando: "Volvió, volvió, volvió", mientras agradecían a Dios, a los médicos cubanos y aseguraban que su líder "resucitó".
Según las propias autoridades venezolanas, Chávez llegó a luchar por su vida durante su hospitalización en la isla.
El pasado viernes, el Gobierno reveló que debido a una serie de severas complicaciones postoperatorias, Chávez respira ayudado por una cánula traqueal que le impide hablar con normalidad, afamado por sus maratónicos discursos, su gusto por el debate público y por las afiladas réplicas.
Pero este lunes, una mujer que se identificó como enfermera del departamento de emergencia de adultos del Hospital Militar, relató a la televisión estatal que vio llegar a Chávez por sus propios medios.
"Llegó caminando, fuerte, valeroso (...). No llegó en camilla, no llegó en silla de ruedas, no llegó entubado , no llegó con ningún proceso invasivo", según detalló lo que observó mientras hacía una guardia nocturna.
Las dudas se mantienen
El hombre fuerte de Venezuela, y cabeza visible de un bloque de presidentes latinoamericanos de izquierda, ha sido operado en cuatro oportunidades desde que le detectaron un tumor del tamaño de una bola de béisbol en la zona pélvica en el 2011.
"La incertidumbre sobre una posible elección presidencial adelantada permanece intacta, pese al regreso presidencial", publicó el analista político local Luis Vicente León en la red social Twitter.
Y el líder opositor Henrique Capriles, que durante semanas exigió al Gobierno que diera pruebas de que Chávez estaba consciente y tomando decisiones desde Cuba, también reaccionó tras enterarse de la llegada del militar retirado.
"Ojalá que su retorno genere cordura en su Gobierno", dijo en su cuenta de Twitter.
Pese a las múltiples interrogantes, los aliados y funcionarios de Chávez no demoraron en festejar el largamente esperado regreso del presidente a Caracas.
El líder cubano Fidel Castro envió una carta escrita la noche del domingo en la que despide al mandatario venezolano.
"Querido Hugo, me satisface mucho que hayas podido regresar al pedazo de tierra que tanto amas (...) Fue una necesaria y larga espera", escribió en la misiva difundida por medios oficiales venezolanos.
Otro de sus socios políticos, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, que el domingo fue reelecto con un arrasador 57 por ciento, tuvo palabras afectuosas para Chávez aunque lo regañó por haberse ocupado de felicitarlo: "(Es un) necio irremediable, debería estar descansando y sigue todos los días".
Mientras la efervescencia crecía en las calles y los atuendos "rojos, rojitos" que identifican al chavismo se propagaban por Caracas, las autoridades pedían mesura en las celebraciones en las inmediaciones del Hospital Militar.
Pero las dudas que tomaron por asalto a Venezuela después de que Chávez informara que padecía cáncer lejos de sosegarse han aumentado con el correr de los meses y el deterioro de su salud.
El Gobierno a cargo de Maduro apostó por esperar a su líder y asumió riesgos políticos al tomar decisiones duras como una devaluación que volvieron a poner en la mesa el debate sobre la toma de decisiones de la cúpula chavista.
El ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, pareció buscar desactivar esos planteos.
"Ya el presidente ha regresado de modo que no hay absolutamente ninguna duda acerca de la institucionalidad democrática en marcha en Venezuela", dijo.
"Hubo quienes quisieron aprovechar estas circunstancias (su ausencia) para tratar de concretar por vías aparentemente legales, constitucionales, su sueño de siempre que es desbancar a Chávez", sostuvo.