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Todavía no se ha visto a Barack Obama comiendo frijoles, usando poncho y carriel ni dándose el ya tradicional y trillado paseo en Metrocable.
Tampoco ha hecho campaña por la Oriental, no se ha montado en los circulares, no ha regalado tejas ni mercados y, mucho menos, armado multitudinarios bingos bailables para recaudar fondos en cualquier cancha de barrio.
No obstante, y a pesar de que no le sirve en su anhelo de ser el próximo inquilino de la Casa Blanca, una ciudad como Medellín, a 3.700 kilómetros de la que podría ser su nueva morada (Washington), estaría dispuesta a convertirse en uno de sus fortines electorales o cuna de votos fijos, pero inservibles para su candidatura.
En una encuesta hecha por EL COLOMBIANO, los medellinenses dijeron que entre Barack Obama y John McCain (republicano), prefieren al que sería el primer presidente negro de Estados Unidos.
A la pregunta "Si usted pudiera votar por un candidato a la presidencia de E.U. ¿Por quién lo haría?", el 43,2 por ciento de los encuestados se inclinaron por Obama, mostrando una tendencia arrasadora en la ciudad, sólo vista en años recientes con las victorias del fajardismo.
En este juego de similitudes el "Luis Pérez" de los estadounidenses, según los habitantes de Medellín, sería el senador McCain con el 30,7 por ciento de favorabilidad.
Así como Obama lograría casi la mitad de los votos en la ciudad, al 14,7 por ciento de los encuestados "le da igual" quien gane y el 11,4 por ciento no sabe por quién votaría.
Ser negro es atractivo
El por qué Obama genera más simpatías que el conservador McCain entre los medellinenses, debe ir más allá del contenido discursivo. La mediatización del demócrata ha sido abrumadora, en contraste con la menor aparición en la prensa mundial por parte del senador republicano.
Además, en la víspera de unas elecciones inéditas por la presencia en el "ring" de un candidato negro, el factor racial genera grandes simpatías por la ruptura que significaría en una sociedad tan ortodoxa como la estadounidense, aún dentro de ella misma.
Igualmente sucede en Medellín, en donde el 35,6 por ciento de los que quisieran elegir a Obama dijeron que lo harían por su raza. El 26,5 porque es joven, otro 25,8 porque les gusta su posición política, el 22 por ciento porque apoya a Colombia en su lucha antiguerrillera y el 18,2 sólo lo haría si nombrara a Hillary Clinton como su fórmula a la vicepresidencia.
Así como la mayoría de los que votarían por Obama lo harían por sus raíces negras, el 35 por ciento del total de los encuestados cree que E.U. no está preparado para elegir un presidente de color. Sólo el 26,5 por ciento piensa que ya es la hora de que esto suceda, mientras al 24,8 "le da igual".
Una manito a Colombia
Así como los medellinenses tienen posturas claras y definidas sobre los candidatos que tomarían las riendas de Estados Unidos, también saben que sus opiniones están atravesadas por los intereses colombianos en juego dentro de la disputa presidencial.
Es decir: todos saben que hay temas importantes para Colombia que deberán ser impulsados por el ganador.
Bajo esta premisa, el 37,6 por ciento de los entrevistados cree que el tema primordial que deberá ser empujado por quien llegue al poder, frente a Colombia, es el de la lucha contra las guerrillas.
El 29,7 por ciento piensa que el TLC es el tema clave que debe tener la agenda, mientras que para el 29,1 por ciento la lucha contra el narcotráfico deberá ser el punto central de las relaciones con Obama o con McCain. En la lista de temas importantes para los medellinenses, los que siguen en orden descendente son: el Plan Colombia (16,7 por ciento), los derechos de los inmigrantes y la legalización de los indocumentados (2,9), la reparación a las víctimas del paramilitarismo (1,3) y para el 0,7 por ciento es mejor que cualquiera que llegue al poder no intervenga en nada de los asuntos colombianos.