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HISTÓRICO
ISA pisa fuerte en concesión de vías
Germán Jiménez Morales | Publicado
El tema le pica la lengua al gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero. Ayer, en rueda de prensa, anunció que dentro de sus planes para el 2009 está el impulso a la construcción de 1.004 kilómetros de nuevas dobles calzadas en el departamento.

Según las indagaciones de este diario, el mandatario seccional se refiere a las Autopistas de la Montaña, una billonaria obra por concesión que se convertirá en la puerta de entrada de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) al negocio de las obras de infraestructura.

Billonaria, porque el costo total de las cuatro dobles calzadas que conforman las Autopistas de la Montaña se estima en 2.500 millones de dólares, que al cambio actual significan más de 5 billones 700.000 millones de pesos.

La historia de este negocio, que supera los 2.300 millones de dólares que demanda la construcción de Pescadero Ituango, comienza con el compromiso del presidente Álvaro Uribe Vélez de hacer la doble calzada Medellín-Turbo.

El problema es que al echar las cuentas, para estructurar su entrega por concesión, se estableció que no era propiamente rentable para el concesionario, debido al bajo tráfico automotor que se registra en varios de los tramos más importantes.

Entonces salió a flote una solución que deja a Uribe como un príncipe, porque cumplirá su palabra, sin que la Nación tenga que poner más de lo que inicialmente se pensaba: en lugar de una sola doble calzada, se armó un atractivo paquete con cuatro obras, que conectarán el Valle de Aburrá con Urabá, Caucasia, Puerto Berrío y Manizales.

¿Y cómo se financiará ese proyecto?
Para un contrato tan jugoso como este se van a combinar las siguientes fuentes de recursos.

El Gobierno Nacional hará un aporte de 500 millones de dólares.

La Gobernación de antioquia aportará 300 millones de dólares.

El Municipio de Medellín contribuirá con 200 millones de dólares.

Los restantes 1.500 millones de dólares los pondrá ISA, el mayor transportador de energía que opera en Colombia. Por tratarse de una concesión a 40 o 45 años, esta firma podría crear una sociedad, con participación de banqueros y constructores, entre otros actores.

Este es un esquema novedoso de concesión. Primero, porque no habría una licitación pública, sino la entrega directa de la atractiva obra a una firma que tiene como principal accionista a la Nación, con el 52,94 por ciento de sus acciones.

Y, segundo, porque como ISA no tiene ni los equipos ni la experiencia en la apertura de vías, pues tendría que asociarse o contratar esos trabajos con las firmas de ingeniería. Lo que sí tiene ISA es una robustez financiera difícil de conseguir en una empresa colombiana.

Según datos de la propia organización, al 30 de septiembre de 2008 Interconexión Eléctrica era un grupo con 14,6 billones de pesos en activos, 7,1 billones en pasivos y un patrimonio de 4,1 billones de pesos. A esa misma fecha había obtenido ingresos por 2,3 billones de pesos, de los cuales le quedaban como ganancia neta 181.744 millones de pesos.

ISA es el "duro" del transporte de energía en Colombia, gracias a su condición de propietaria del 73,87 por ciento de la red de transmisión nacional.

En sus planes está manejar 3.500 millones de dólares en ingresos para el 2016. Para entonces, el 20 por ciento de sus entradas las deberá recibir del transporte de gas y las obras de infraestructura... como las Autopistas de la Montaña.
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