viernes
7 y 9
7 y 9
Dice Jaime Tobón Villegas, exalcalde de Medellín en 1967, que "en 2050 habrá en la tierra 9.600 millones de personas, lo que exigirá que se produzca 70 veces más alimentos que hoy". No delira, lo respalda con estudios y documentos de la FAO y basado en lo mucho que ha leído y lee cada día, porque los libros y los periódicos siguen siendo su obsesión a pesar de sumar ya 95 años.
Medellín: la del pasado (en la que se ganaba de alcalde $7.000), la actual y la del futuro, están claras en su cabeza. Y por eso opina sobre lo que hay que hacer para que nuestra ciudad sea más humana, más vivible, más competitiva.
Su memoria es prodigiosa, como sus herencias, que no son en dinero sino en saberes, en inteligencia, en sus libros y en sus lecturas. Y en la compañía de Norela Marín Vieco, una mujer de la cultura, exdirectora del Teatro Pablo Tobón Uribe, su segunda esposa y con la que comparte vivencias y amor desde hace 39 años.
¿Por qué después de tantos años sigue opinando?
"Porque tengo un compromiso con la sociedad de devolverle algo de lo mucho que he recibido. Mi mamá enviuda con 4 muchachitos, llegamos a la capital y la Sociedad San Vicente nos dio una casita en Gerona, tomábamos el agua en la pila, descalzos. La Divina Providencia cambió todo eso y estoy agradecido".
¿Cómo ve la ciudad hoy?
"Piense en esto: según las proyecciones, en 2050 Colombia tendrá 70 millones de habitantes y Medellín 5 ó 6 millones, hay que calcular cuántos hospitales, colegios, maestros, médicos o agua se requerirán para atenderlos a todos. Hoy no se planifica a largo plazo, reina el inmediatismo".
Pero es que cada alcalde llega con un programa...
"Yo llegué sin programa, dispuesto a seguir el del antecesor, corregir lo que fuera necesario y desarrollar mis programas propios. Pero pienso que los alcaldes de capitales de departamento deben tener seis años de gobierno, porque uno se pasa dos años conociendo lo que tiene y le quedan dos para ejecutar, eso es imposible pensando a largo plazo y con planificación. Con el presidente Lleras, en esos tiempos, ya hablábamos bastante de esto".
¿Todavía se siente capaz de ser alcalde?
"Sí (risas), pero claro que uno con estos 1.140 meses encima no es fácil".
¿Qué tiene qué hacer un alcalde hoy en día?
"El administrador tiene como función la felicidad humana, que cada persona tenga todos los elementos suficientes para una vida digna: educación, salud, servicios, agua, todo lo que la satisfaga, eso le da las bases para gobernar".
¿Cuál es su secreto para estar tan vital y saludable?
"(Responde su esposa Norela) Que se toma todo el aguardiente de la Fábrica de Licores y un poquito más, ja, ja, ja".
¿Por qué no acumuló plata?
"Qué más riqueza que los libros, es lo único que tengo, mi Dios me socorrió porque no me dio plata y puedo caminar tranquilo por toda parte".