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Aunque ha participado en 220 concursos y recibido más de 70 premios, entre ellos el de Arquitecto de Antioquia y Gran Maestro de la Arquitectura en Antioquia, Javier Vera Londoño no imaginó que ganaría el máximo galardón de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA). Al menos no por ahora, "porque han tenido más peso y trascendencia a nivel internacional, los brasileños, argentinos y mexicanos", precisa.
Y, agrega, que el premio a Mejor Arquitecto de las Américas lo han recibido aquellos profesionales cuando ya están en la recta final de su vida. Estos no son inventos del arquitecto antioqueño. De hecho en el acta del jurado destacan que "en la práctica de la arquitectura un profesional de 50 años de edad puede ser considerado, hasta cierto punto, un joven arquitecto".
Pero es la masiva producción, la elevada calidad de sus obras, la creatividad, la innovación del diseño, el manejo de materiales y técnicas las que conquistaron al jurado de este premio que entregan el próximo 27 de noviembre en Alagoas, Brasil.
Un premio que como dice el arquitecto Javier Puerto Alba , "deja en alto no solo a nuestro país, sino a nuestra profesión".
¿Hacia dónde cree que va la arquitectura?
"La arquitectura se ha internacionalizado. Esto quiere decir que todas las nuevas tecnologías que nos llegan a través de los medios de comunicación a quienes estamos frente a la inventiva y la creatividad nos llevan a ser propositivos frente a lo que es crear espacios. Espacios donde no se puede negociar con lo que es la tierra, el color, el aroma, el paisaje y la idiosincracia. Ahí es donde tenemos que tener cuidado y orientar la arquitectura para que los seres humanos se sientan felices de vivir bajo el espectro que los vio nacer".
¿La internacionalización lleva a pedir que les construyan algo bonito que vieron?
"No. Eso sería prefabricar sueños. Si uno va a hacer una casa, debe hacer una especie de guión con quienes la habitarán, lo que les gusta y les cautiva, y luego se lleva a producción, a una puesta en escena. Por convicción, la línea que sigo es la del respeto por la persona".
¿Cómo define su profesión?
"Como decía Rogelio Salmona : es sutileza. Ni muy recargada ni muy escueta y triste. Es apenas lo que uno necesita, pero de una manera que active los sentidos, que emocione".