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Por tercera vez en menos de cuatro años, un cabecilla de la organización criminal "la Oficina" se fugó después de que la justicia le concediera el beneficio de la detención domiciliaria.
A las 8:00 a.m. de ayer, los funcionarios del Inpec fueron a hacer la ronda en la vivienda de Hernán Darío Giraldo Gaviria, alias "Cesarín", ubicada en la calle D con la manzana 14F del barrio La Laguna, en Puerto López, Meta.
Su susto fue mayúsculo al constatar que este hombre, condenado a 20 años y 9 meses por homicidio agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas, no estaba en la residencia.
"Se realizan acciones conjuntas con la Policía para dar con el paradero del prófugo y recapturarlo lo más pronto posible", informó el Inpec en un lacónico comunicado.
Al momento de su captura en 2009, la Policía informó que "Cesarín" o "el Abogado" integraba la cúpula de "la Oficina", la estructura criminal más poderosa del Valle de Aburrá, y tendría influencia sobre 50 combos, principalmente en el occidente de Medellín y el corregimiento San Cristóbal.
Su condena se debe a que fue el autor intelectual del asesinato del empresario antioqueño Argemiro Salazar, a quien los sicarios acribillaron en el Centro por negarse a pagar extorsiones (15/8/09).
Sin embargo, ni siquiera llevaba cuatro años cumplidos de la sentencia, cuando el Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Villavicencio le concedió el beneficio de la detención domiciliaria, el pasado 12 de diciembre.
El argumento, indica la resolución judicial, es que probó ser padre cabeza de familia de dos niños de 8 y 10 años.
Su defensa explicó que los menores estaban al cuidado de su abuela paterna, Gilma Gaviria, la cual no pudo continuar la tarea por dolencias cardiacas. En cuanto a la madre, está ausente: "Yo siempre le dije a mi hijo que esa muchacha no le convenía, porque se mantenía tomando y bailando", declaró la señora al Bienestar Familiar.
Las leyes que protegen a los menores favorecieron al cabecilla, quien salió de la celda el 13 de diciembre con el propósito de cuidar a los niños, acto que quizá ya no pueda cumplir siendo prófugo.
Por ser cabeza de familia también le dieron la detención domiciliaria en 2010 a Carlos Hernández Ossa, alias "Duncan", otro jefe de la banda. A los pocos días se fugó de su casa en Bogotá, sin que hasta hoy se sepa el paradero.
Ese mismo año también se voló de la domiciliaria en Medellín Daniel Serna, apodado "Kener", aunque este integrante del clan fue recapturado 38 horas después.