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El aumento en el turismo religioso que vive Jericó desde la canonización de la Santa Laura ha traído consigo dificultades ambientales para esa localidad del Suroeste antioqueño.
El alcalde de ese municipio, David Alonso Toro, aseguró que estaría muy cerca la declaratoria de una emergencia sanitaria por el aumento de las basuras y la incapacidad de la administración para la disposición adecuada de los residuos sólidos.
Según el mandatario, el municipio pasó de 30 a 60 toneladas semanales de basuras. Aumento que está directamente relacionado con el incremento del turismo religioso que, en temporada alta, llega a 70 mil visitantes por semana.
El relleno sanitario del municipio se encuentra cerrado desde 2011 y, según el alcalde, aunque semanalmente se alquila un vehículo compactador para la disposición de las basuras, no es suficiente para el volumen que se genera.
Por ese motivo, Jericó ya acumula cerca de 600 millones de pesos en sanciones de las autoridades ambientales y su administración pide apoyo de los gobiernos departamental y nacional.