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Emocionado por el legado espiritual de Santa Laura, que interpretó como una "señal poderosa" para Colombia, por su mensaje de perdón y reconciliación, el presidente Juan Manuel Santos reafirmó en Jericó su compromiso con el proceso de paz y advirtió que si por alguna circunstancia fracasa, no será por falta de voluntad de su gobierno.
El mandatario se apoyó en la lección de la Madre Laura que oró desde pequeña para perdonar al asesino de su padre, y sostuvo que el mensaje para el país es perseverar y luchar unidos. "Vamos por buen camino y no podemos flaquear", dijo, al compararlo con lo que hicieron ayer en el Giro de Italia Rigoberto Urán y Carlos Betancur, hijos del Suroeste.
La misión esencial del Presidente en Jericó fue traer el pendón gigante que fue "testigo" en el Vaticano en la ceremonia de canonización de la Madre Laura, el cual pidió al futuro Nuncio Apostólico en Colombia.
Con la pintura encabezó una marcha con estudiantes por las calles jericoanas hasta la Catedral de la Virgen de Las Mercedes, donde monseñor Leonardo Gómez, arzobispo emérito de Magangué, presidió una misa concelebrada.
Antes de la Eucaristía, Santos pidió a los feligreses que deben estudiar como conservar mejor la obra.
En la homilía, el obispo le dijo al Presidente que Santa Laura, quien padeció la violencia, ora porque se acabe la guerra en Colombia, y confió que los diálogos de La Habana fructifiquen. "Estamos seguros de que pronto conseguiremos ese acuerdo, pero ahí sigue el compromiso de hacer la paz con justicia social", advirtió.
El párroco de Las Mercedes, padre Ángel José Pareja, le hizo ver al Presidente que hace cinco años no hay un asesinato en Jericó y pidió al Señor que ese respeto por la vida se prolongue una eternidad.
Aunque en primera fila estaba el gobernador Sergio Fajardo, el padre Pareja le hizo a Santos tres peticiones. La primera, que le regale una emisora a esta población con motivo de los 100 años que cumplirá la Diócesis en enero de 2015.
En infraestructura, solicitó la pavimentación de las vías Jericó-Támesis, Jericó-Pueblorrico y Jericó-Andes, que en conjunto suman 71 kilómetros, "porque este municipio hoy es el destino turístico-religioso más importante de Colombia" y esas rutas agilizarán su llegada.
Pero lo que despertó más entusiasmo de la feligresía fue el pedido de recuperar la edificación de la Normal Superior, que tiene 107 años y regentan las Hermanas de la Presentación. "Está fuera de servicio y las estudiantes están en una diáspora", comentó en medio de aplausos. De ñapa le reclamó "un carrito" para los bomberos, que ahora tienen más trabajo con tanto peregrino.
El Presidente continuó su visita en el parque principal, donde se dirigió a toda la población e hizo su compromiso con la paz de Colombia, pero no respondió una sola palabra a los pedidos del sacerdote.
El protocolo presidencial no permitió la intervención del gobernador Fajardo, quien al final de la visita, después de las 3:30 de la tarde, acompañó a Santos al Santuario de Santa Laura.
En la plaza, Sigifredo Correa y Piedad Carmona, jericoanos raizales, comentaron que Santos no los dejó contentos. "Aquí hay muchas necesidades, pero la Normal y vivienda para los pobres son lo más importante", exclamaron.