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Comparten apellidos que ya sonaron en Europa. Y, posiblemente, sus nombres tomen ese lugar. Son los sub-23 de la Vuelta a Colombia-Supérate, quienes apenas recorren las vías colombianas y ya les hacen ojitos en las carreteras extranjeras.
Sebastián Henao, Daniel Jaramillo, Héiner y Hernán Parra, cuatro chicos que pelean la camiseta sub-23 de la Vuelta, tienen estampa europea. Cuentan con la edad, algunos la pinta, y los expertos esperan que el talento de los chicos que cruzaron el océano a esa edad, como Rigoberto Urán, Sergio Luis Henao, Carlos Betancur o Nairo Quintana.
Sebastián, el más chiquito de todos, es el dueño de la camiseta blanca. Su apellido aún retumba en las carreteras de Italia gracias a su primo Sergio Luis, con quien comparte algunos rasgos físicos de Oriente, y la pasión por la bicicleta.
"Empecé desde los cuatro años, aprendí e iba a la escuela en bicicleta; al colegio en todoterreno. Salía con Sergio Luis a los nueve años, en mi primera carrera quedé cuarto", dice Henao, que se hizo ciclista en Rionegro, con doble terapia infantil: en la mañana para ir a estudiar, en la tarde para entrenar.
Esta semana ya suma su competencia más larga. Antes sólo había hecho clásicas, máximo de cinco días. Hoy, como mejor joven, hace un repaso a una semana diferente. "He sido tres días el mejor sub-23, he luchado arriba, llegué bien a Manizales. Ha sido muy dura, pero espero llegar a Medellín con la camiseta. Cuando se acerca la casa hay más moral", dice el chico quien aún no cumple los 20 años, pero a quien ya ponen junto a su primo en equipos de Europa.
El Jaramillo que se escuchó en Europa fue el de Carlos Mario, hermano y entrenador de Daniel. Millo ganó en la Vuelta a España, y ahora Daniel quiere seguir ese camino. "Estamos demostrando lo mejor que podemos hacer. La Vuelta es dura para un sub-23, pero así hay qué empezar, si no te medís con los grandes no sabés cómo estas para lo demás", sostiene el campeón de la Vuelta a la Juventud de 2011.
Con un escapulario de la Santa Madre Laura, Daniel busca la segunda semana de competencias, pensando más en la Vuelta que en el futuro europeo, del que algunos ya le hablan. "Yo estoy tranquilo, voy a hacer las cosas bien acá y luego vamos a ver".
Los Parra comparten apellido, departamento, pero sin parentesco ni entre ellos ni con los famosos Fabio o Iván. Heiner nació en Sora, Boyacá, y ya sabe lo que es vestirse de puntos y ser ganador en Europa. Ganó una etapa y la montaña de la Ronde D’Lisnard, una carrera en la que su compañero Juan Chamorro logró el título. "Fue una de las mejores experiencias de mi vida. Hoy estoy en la Vuelta, que es diferente, pero igual de enriquecedora", sostiene el chico de 4-72, que piensa en el Tour del Porvenir.
Hernán tampoco tiene nada que ver con Fabio, menos con Heiner. Fue el líder por dos jornadas de los menores de 23, y desde el equipo de Fuerzas Armadas intenta hacer el mayor esfuerzo en un conjunto pequeño. "Ha sido una Vuelta dura para uno tan joven, pero la idea es pelear la camiseta de los jóvenes, dice el muchacho de Cucaíta, la tierra del séxtuple campeón Rafael Antonio Niño, uno que triunfó en Colombia pero poco en Europa.
Hoy, con nombres nuevos como los de Jonathan Millán, Luis Largo y Juan Sebastián Tamayo, los jóvenes piden un lugar. Como dice el mánager Jesús Piedrahíta, "mírelos hoy que dentro de poco los veremos por tv en Europa".