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Silencio. Casi nada de ruido de su funcionamiento se filtra a la cabina, la insonorización es casi total. Casi, porque siempre se necesita sentir algo de esa máquina que bajo el capó está operando a revoluciones por minuto. No sería lo mismos sin percibir algo de ese sonido (o si no, porque resultan algo aburridos los carros eléctricos, vistos desde esa perspectiva)
Ese es uno de los impactos más fuertes que los ingenieros de Hyundai lograron con el desarrollo de su sedán ejecutivo Azera. Es, posiblemente, el carro con mejor insonorización de los que han rodado en prueba en Motores.
Respuesta sobresaliente
Pero no es lo único que logra atraer la atención de este vehículo.
Dentro de la categoría de sedanes que tiene la firma coreana en su portafolio, este es el de mayor tamaño que ofrece en Colombia, y está solo un escalón por debajo del Equus, que es la berlina más grande que produce la marca en el mundo.
El silencio que produce su rodada, pareciera no compaginarse con la contundencia de su respuesta cuando de apretar el acelerador se trata. No es para nada una reacción lenta o retrasada. Por el contrario, una vez el pie está sobre el pedal derecho, la salida es muy rápida
Son 247 caballos en un motor de tres mil centímetros cúbicos, que para la carrocería que arma el conjunto del carro resultan suficientes e incluso más de lo esperado por el conductor para salir de cualquier situación de tráfico.
La unidad que El Colombiano probó esta semana, con el apoyo de Car Hyundai, cuenta con una caja automática dual de 6 velocidades. Sus relaciones, especialmente en las tres primeras marchas, se perciben adecuadas para enfrentar topografías quebradas como las que debe recorrer este vehículo en ciudades como Medellín, con sus ascensos y descensos. Son cambios con una transición suave, rápida y con pocas caídas de vueltas entre una velocidad y otra.
Y en consonancia con su desempeño y con la pinta premium que trae, el comportamiento de su sistema de suspensiones también deja un grato sabor en sus ocupantes.
Recorridos firmes de la suspensión pero con un tacto suave dentro de la cabina. Las diferentes irregularidades que puede encontrar sobre el asfalto son absorbidas de forma que en su interior el impacto es mínimo, leve, como corresponde a un carro de perfil ejecutivo.
Los lunares
Pero como la perfección no existe, en su diseño tiene algunos peros, que un carro de esta categoría no son bien vistos. Pequeños detalles, pero al fin detalles que un consumidor exigente pide.
Dos bolsas de aire parecen poco para este vehículo, en el que pueden viajar cuatro o cinco personas, y que entra en una de las categorías superiores del mercado.
También sorprende que no tenga el sistema de bloqueo de puertas una vez alcanza una velocidad determinada.
De igual manera, el no contar con un sistema de bluetooth para enlazar el teléfono celular llama la atención en este tipo de vehículo.
Y aunque su diseño interior es agradable, algunos plásticos duros desentonan un poco con su conjunto.