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HISTÓRICO
La “gran desilusión” de La Polar tras su paso por el país
  • La "gran desilusión" de La Polar tras su paso por el país | Los malos resultados y la crisis financiera de La Polar, marcaron su salida de Colombia. FOTO COLPRENSA
    La "gran desilusión" de La Polar tras su paso por el país | Los malos resultados y la crisis financiera de La Polar, marcaron su salida de Colombia. FOTO COLPRENSA
Por NICOLÁS ABREW QUIMBAYA | Publicado

"La aventura colombiana ha sido la gran desilusión de estos casi tres años". Con estas palabras el presidente la empresa de comercio minorista chilena La Polar, César Barros, les resumió a sus accionistas el cierre de las tiendas que estaban en el país.

Al entrar en detalle sobre las razones que llevaron a la salida de La Polar de los siete locales que tenía en Bogotá, Medellín y Yopal, el presidente explicó que cuando asumió el cargo el proyecto en Colombia ya estaba rodando y se encontró con contratos ya firmados por la antigua administración, "con arriendos costosísimos, y fuera de todo rango para la industria, que sus dueños –lógicamente– se negaron a renegociar".

Además, con el tiempo, los resultados mostraron que las ubicaciones escogidas por la anterior administración tampoco fueron buenas, asegura en la carta que está incluida en la presentación de los resultados del año pasado a los accionistas.

"Y como si las dificultades en Colombia fueran pocas, en enero de 2013, el Gobierno de ese país decidió subir sus aranceles de un 15 por ciento promedio a un 50 por ciento, lo que dañó considerablemente el negocio de marcas propias de fabricación asiática: uno de los pilares de rentabilidad del modelo de negocios de La Polar", añadió Barros.

El directivo reconoció que la única alternativa de sacar adelante el negocio colombiano, era aumentando su volumen, abriendo a lo menos 10/12 tiendas adicionales, y lanzándose con "gran audacia" al mercado del crédito, mucho más regulado que en Chile, y muchísimo menos probado, pero no tenían el capital para hacerlo. Se buscó un socio estratégico, sin embargo, al no conseguirlo, no hubo más remedio que cerrar sus operaciones en el país.

Este es un campanazo de alerta para las empresas en expansión y las extranjeras que están llegando a Colombia, toda vez que las expectativas deben ser conservadoras y prever los posibles cambios en las reglas de juego por parte del Estado.

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