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Todo viajero experimentado sabe que para sacarle el jugo a sus expediciones, es mejor trazar una hoja de ruta de antemano, que no sea camisa de fuerza, pero que le permita hacer un uso eficiente de su tiempo y sus recursos.
Medellín, con Ruta N de piloto al mando, está a punto de emprender un viaje. El destino: convertirse en una ciudad del conocimiento y para esto, todos los actores que lideran el sistema regional de innovación diseñaron el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín (Plan CT+i) que marcará el ritmo a seguir durante los próximos diez años.
El Plan se va a enfocar en los sectores Energía, Salud y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). "Desde Ruta N hemos dicho que vamos a priorizar esos tres sectores, enmarcándolos dentro de la política de Medellín, Ciudad Cluster. Estamos arrancando y creemos que debemos generar primero una curva de aprendizaje y la estamos haciendo en torno a esos tres sectores", explica el director de Ruta N, Andrés Montoya Isaza.
El lanzamiento está programado para el 27 de abril, pero desde agosto del año pasado se inició el trabajo, que fue compartido el pasado viernes con los empresarios locales en la reunión mensual del Encuentro Universidad-Empresa-Estado y que empieza por identificar brechas en las actividades productivas.
"Por ejemplo, el sector salud ha declarado que quiere exportar sus servicios, pero para esto se tienen que dar contratos grandes con las aseguradoras internacionales. Esto requiere que las entidades cuenten con certificaciones internacionales, que algunos hospitales están trabajando para obtener, pero si queremos que eso sea un negocio grande, necesitamos que muchas entidades se certifiquen con lo que se llama la 'Joint Comisson', entonces ahí hay una brecha que hay que cerrar".
Se identifican tres tipos de proyectos: los tecnológicos, orientados a cerrar esas brechas que ya fueron identificadas; los estratégicos, pensados para trabajar transversalmente dentro del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación. Aquí entran los observatorios sectoriales de inteligencia competitiva, apalancamiento de recursos, vigilancia tecnológica, propiedad privada, entre otros. En palabras de Montoya, "desde aquí vamos a dirigir la orquesta".
Finalmente, el Plan contempla el impulso a negocios emergentes, como la eco-eficiencia energética en el sector energía; los biomedicamentos, la biotecnología, la nanotecnología y la producción de tejidos en el sector salud y la animación y desarrollo de aplicaciones y contenidos digitales en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
El papel de la educación
Los cambios que se espera se den en Medellín demandan un capital humano que responda a las necesidades de una economía basada en el conocimiento.
El director de Ruta N indica que el papel de las ingenierías va a ser fundamental y que en temas como el entretenimiento y la animación digital, "hay que hacer un trabajo muy grande porque es una profesión que aquí no existe. Con Proantiquia tenemos una mesa de talento humano donde asisten 10 universidades y el Sena y todos están trabajando en eso".