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Ala orilla de la carretera que conecta a Medellín con la capital del país, un ciclista remonta la cuesta en Alto Bonito. Camiones y particulares adelantan al hombre que avanza con pedaleo cansado sobre su bicicleta, borrando su imagen del paisaje. Al fondo del cañón se despliega Cocorná a los pies de las montañas.
Numerosos derrumbes han afectado la vía en el sector desde los primeros meses del año. Todavía se evidencia el daño que causó el último de ellos, al paso por la quebrada El Viao, sin embargo el corredor es transitable.
Un total de 16 sitios están pendientes de una intervención y amenazan la transitabilidad. Pero aún así, la autopista Medellín-Bogotá es, a juicio de los transportadores que la recorren diario, “la menos mala de las carreteras de Antioquia”.
Así lo reconoce Alberto Ordóñez, transportador con 34 años de experiencia.
“Esta es de las mejores vías de Antioquia, porque en la que va a la costa atlántica da lástima pagar peajes”, señala.
Para este conductor, natural de El Socorro, Santander, y que la mayor parte del tiempo la pasa llevando mercancías entre Bogotá, Medellín y Cartagena, el cobro en la autopista vale la pena porque el pavimento no está tan deteriorado y si tiene un percance, cuenta con servicio de grúa.
“En otras vías se vara uno y se jode”, concluye.
Un examen de la vía
A pesar de tres puntos críticos en su recorrido por territorio antioqueño hacia el Magdalena Medio, la autopista Medellín-Bogotá está habilitada hoy en toda su extensión.
A partir de la entrada al municipio de El Santuario, punto cero de la vía, dos sitios en jurisdicción de Cocorná - kilómetro 10 + 600 metros y kilómetro 12 + 300 metros- y uno en San Luis -kilómetro 74- tienen afectación de la banca.
En estos pasos difíciles, que el director técnico de Devimed, John Jairo Otálvaro, atribuye a las temporadas invernales de 2010 y 2011, se han construido variantes, las cuales cuentan con pavimento y señalización.
“En el kilómetro 12 + 300 metros, sólo se pudo habilitar un solo carril, por lo que tiene que haber paso restringido. En los otros dos puntos sí se cuenta con dos carriles y el tráfico no es tan crítico”, señaló el ingeniero Otálvaro.
El último derrumbe
Protegidos del sol por momentos, bajo dos carpas de lona distantes unos cien metros, dos trabajadores alternan las paletas de pare y siga, con las que coordinan el paso de camiones y particulares por la quebrada El Viao, entre El Santuario y Cocorná.
Un derrumbe se llevó media banca el pasado 19 de mayo. Y aunque la emergencia se superó en menos del plazo inicial de cierre, estimado en ocho días, luego de dos meses y medio, el paso por el sitio continúa siendo restringido.
Según Otálvaro, en la actualidad en este sitio “se hacen trabajos de mantenimiento para tratar de conservar la variante”. El ingeniero explica que a raíz de los aguaceros en la zona, se han presentado problemas de erosión que ponen en riesgo la estabilidad.
“La solución definitiva pasa por un muro parado sobre pilas preexcavadas”, señala. Ya están listos los estudios, pero habrá que esperar a que se definan los recursos para intervenir este y otros 13 puntos débiles de la carretera.
Las soluciones
El concesionario estima en 6.700 millones de pesos las soluciones definitivas en estos pasos críticos, mientras que rehabilitar la vía por completo costará alrededor de 60.000 millones de pesos que se vienen gestionando a través de la Agencia Nacional de Infraestructura ANI, por medio del Fondo de Adapatación de Colombia Humanitaria.
“Si el trámite se da en las siguientes dos semanas, máximo en un año tendríamos estos sitios rehabilitados”, señaló. Precisó que los tres sitios de pérdida de la banca, podrían estar rehabilitados para comienzos del próximo año.
La concesión
Devimed tiene concesionados 352 kilómetros de vías en la red vial nacional del Oriente antioqueño. La entidad opera el tramo de 240 kilómetros de la autopista Medellín-Bogotá hasta el municipio de Puerto Boyacá.
Del trayecto, hay 42 kilómetros en doble calzada entre Medellín y Marinilla, además de otros dos kilómetros ubicados a la entrada de El Santuario. El resto del recorrido, pavimentado en su totalidad, se recorre en calzada sencilla.
En condiciones normales, un viajero tarda cuatro horas y media en llegar hasta Puerto Triunfo, poco menos de la mitad del viaje hasta la capital, que dura diez horas en promedio.
La concesión cuenta con cuatro grúas para remolcar vehículos en situaciones de emergencia, así como también tiene cuatro ambulancias dispuestas en caso de accidente.
La Policía de Tránsito y Transporte, presta acompañamiento a lo largo del corredor. Un total de 120 personas de diferentes empresas se ocupan de mantener en buen estado las rutas de la concesión.
Invías adelanta trabajos de rehabilitación de las juntas de los 51 puentes ubicados entre El Santuario y Puerto Triunfo. Según Otálvaro, director técnico del concesionario las labores se realizan en tramos comprendidos entre dos o tres puentes a la vez, lo que obliga a cierres totales en dichos sectores entre las 10:00 p.m. y las 5:00 a.m.