Resulta pertinente hacer una breve alusión de lo que suele configurar la palabra "moda", justamente en esta época en que prolifera, la cohabitamos, atravesamos, vivimos o quizá, nos vive. Entonces… ¿sí es necesario ponerlo en contexto?
Me gusta observar lo mucho que suelen disimular algunos fenómenos sociales, algo de esas dinámicas circundantes que protagonizan niños(as) jóvenes y adultos, sin excluir de tal listado a los también activos adultos mayores.
El ser humano, con cada sobrevenir histórico ha buscado la sutil manera de enriquecer a la sociedad con sus desbordadas pretensiones, incluso, se ha preocupado por mantener la "dicha y el bienestar" de una humanidad altamente "exigente y crítica" de sus aconteceres.
Sin embargo, al acudir a un tema tan natural y actualizado como "la moda", es donde algunos otros solemos consentir atrevidamente un poco de las tantas verdades ocultas tras las tormentas y fenómenos que "complementan" al ser humano contemporáneo.
Igual, quizá no se trate de hacer insistentes preámbulos que redunden mi subjetiva manera de leer una realidad, mucho menos, cuando yo misma hago parte de ella. Sin embargo, está de moda expresar todo aquello que nos aqueja, nos hace ruido o sencillamente nos da el bendito deseo de decirlo y ya, las razones conscientes o no, se las dispensaré al análisis de otros.
Existe una certeza masificada y sensible de creer que el GPS a la felicidad se vende en el mercado, que además tiene una linterna para afrontar la propia oscuridad y que esta es ingenua en su presión de aferrarnos a lo sobre aprobado, común, repetitivo, modelado, posicionado… y luego desechado. Exceso de realidades que carecen de conciencia, libertad del ser, apertura de pensamiento, tantos actos que no preceden de un auténtico lenguaje, de lo singular y propio… Exceso de utopía, sobre todo cuando muchos se creen iluminados, porque está de moda.
Tal vez, cuando parezca de actualidad hacer más silencios, opinar sin miedo, usar condón, ser padres por convicción, apagar la luz, disfrutar el paisaje, conservar el agua, proteger el medio ambiente, leerles a sus hijos, respetar al otro, caminar, correr, respirar de verdad… ahí posiblemente estaré satisfecha de creerme a la moda
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