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Dos líneas, de esas imaginarias, han marcado la vida de Sor Teresa Gómez: una, la tierra despojada, acumulada por los hermanos Castaño, a la cual ella sirvió como presunta testaferro y se convirtió en su más fiel escudera; y la otra, la sangre derramada en las zonas donde los campesinos gritaron —y gritan— a viva voz, que les devuelvan sus propiedades.
La historia de Sor Teresa inicia en Amalfi, Antioquia, pero se hace visible cuando se casa con Ramiro, uno de los hermanos de Fidel, Vicente y Carlos Castaño, "quien fuera asesinado por Fidel", como lo aseguró a este diario una persona cercana a la familia.
Se convirtió en una excelente administradora de fincas "y experta en el manejo del ganado y la contaduría", dijo la fuente. Esta habilidad la llevó a que los hermanos Castaño, en su propuesta de "reforma agraria", la pusieran al frente de Funpazcord, una fundación que entregó tierras a desmovilizados del Epl y a campesinos entre 1990 y 1991. Junto a ella estuvo Carlos Mauricio García, alias "Doblecero", quien comandó el bloque Metro de las Autodefensas.
"Ella se encargó de toda la parte social. Ayudaron a muchas comunidades a las que les repartían ayudas, dinero y hasta la carne de los novillos que mataban y no llevaban al matadero a negociar", cuentan en Urabá y Córdoba.
Fue tanta la devoción que tuvo en algunas comunidades, y entre los paramilitares, que ella fue una de las gestoras de la construcción del pueblo Villa Libertad, en Valencia, Córdoba, donde una placa en la escuela fue puesta en honor a los hermanos Castaño.
Además, procuró que los campesinos cuidaran la tierra y su entorno, entonces la prohibición de la caza y la aparición de letreros en algunas parcelas como "protege este árbol o recibirás tu castigo", eran su minuta. Pero diez años después, de aquella Sor Teresa no quedó nada.
El despojo de tierras
A la tierra de Mario* llegaron en el 2000 hombres armados que le dijeron que necesitaban su parcela. Con fusiles y amenazas, le ofrecieron tres millones de pesos por las hectáreas que en 1991 recibió de Funpazcord. Entre amenazas y fusiles terminó vendiendo y más después de la visita de Sor Teresa en la que advirtió: "la compañía necesita las tierras y la orden viene de arriba". "Eso nos decían. O vendíamos a ellos o nos sacaban", cuenta Mario.
Cerca de 120 casos como el de Mario están registrados en la fundación Forjando Futuros en los que señalan a Sor Teresa como presunta testaferro de las tierras despojadas, muchos de esos negocios, según fuentes de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, hechos con su yerno Jesús Ignacio Roldán, alias "Monoleche".
"Ella es conocida por ese despojo y esa época de barbarie en Urabá", precisa Gerardo Vega, director de la fundación Forjando Futuros.
Líderes de Montería, aseveraron que en la población Cedro Cocido, donde el Gobierno adelantó procesos de restitución, Sor Teresa tiene dos parcelas a su nombre.
La línea de sangre
Yolanda Izquierdo siempre habló fuerte, y más cuando de representar a las víctimas despojadas se trató. En el 2007, sus voz fue silenciada en el antejardín de su casa al ser asesinada por dos sicarios. Las autoridades sindicaron a Sor Teresa de este homicidio y le expidieron orden de captura. Luego fue condenada a 40 años de prisión por aquella muerte. Huyó mucho tiempo.
Se escondió primero entre Urabá, Córdoba y Amalfi, hasta que decidió viajar al Valle del Cauca, ante el acoso de las autoridades. Su nombre apareció entre los más buscados como integrante del Ejército antirestitución de tierras.
Pero no solo la muerte de esta líder se le endilga a Sor Teresa. Luego de su captura, el vicefiscal Jorge Perdómo Torres declaró ayer que se le investiga por la muerte de 11 agentes del CTI que se dedicaron a investigar las presuntas irregularidades de una de las asociaciones que dirigió.
Además, según información de la Policía, actuaba como jefe de finanzas de "los Urabeños" y ordenaba "el cobro de extorsiones del 10% de las ganancias a mineros, empresarios y comerciantes. Los que no se sometieran a sus exigencias eran amenazados, desplazados o asesinados".
Ayer terminó su búsqueda. Al momento de su captura en la finca La Marranera, en la vereda Santa Inés del municipio de Yumbo, Valle, Sor Teresa se identificó con una cédula de su hermana, pero las autoridades ya la tenían identificada.