Las Farc y el Eln han reducido su accionar violento en más de un 80 por ciento durante el periodo del presidente Álvaro Uribe. Así lo revela el último informe de la Fundación Seguridad y Democracia, veedora del conflicto armado.
Según el documento, luego de seis años de capturas, deserciones y muertes en combate, la próxima generación no volvería a tener los mismos problemas de inseguridad y descontrol.
Pero a pesar del buen augurio, el informe indica también que habrá problemas por la menor inversión en necesidades sociales, en comparación con lo gastado por el Gobierno en compra de armamento, aumento de pie de fuerza y adquisición de aeronaves.
Algunos analistas indican que esa deficiencia social podría revivir el comportamiento cíclico de la violencia en Colombia, sumado a que los grupos ilegales siempre se rearman.
Menos terror guerrillero
El ex ministro y director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, dice que si bien se ha reducido el ataque a poblaciones, el número de secuestros y el uso de pipetas de gas para perpetrar atentados, se mantienen los combates con ambos grupos guerrilleros.
"Pero admito que sí han sido golpeados política y militarmente tanto las Farc como el Eln", señala.
González Posso asegura que pese a que los dos grupos están replegados, demuestran que tienen poder para ser un factor desestabilizador.
En eso coincide, el analista Édgar Peñuela Pinto: "Los grupos armados ilegales cuando se ven atacados se resguardan y se rearman para seguir combatiendo".
Entre enero y octubre de 2002 se presentaron en Colombia 3.226 hechos violentos por cuenta las dos guerrillas. Según cifras de la Fundación Seguridad y Democracia, después de seis años de Seguridad Democrática, la capacidad ofensiva de estos grupos ha disminuido, al punto que el número de hechos violentos ejecutados entre enero y octubre de 2008 se redujo en un 83 por ciento, hasta la cifra de 533 acciones.
La capacidad ofensiva de las Farc en términos de ataques disminuyó en un setenta por ciento, pasando de 330 acciones entre enero a octubre de 2002, a 100 en el mismo lapso del 2008.
En el periodo observado para el año 2002, este grupo reportó acciones en 28 de los 32 departamentos del país. En el 2008 las autoridades sólo reportaron acciones en 18, de los cuales en 11 no se presentaron más de cinco ataques en 10 meses.