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HISTÓRICO
Leonardo sobrevivió a los sismos de Haití y de Chile
  • Leonardo sobrevivió a los sismos de Haití y de Chile | Cortesía | Leonardo Parada, en la comuna de Croixes Buquets, en las afueras de Puerto Príncipe, donde hizo un voluntariado durante seis meses una vez terminó su carrera de medicina en la Universidad Católica de Chile.
    Leonardo sobrevivió a los sismos de Haití y de Chile | Cortesía | Leonardo Parada, en la comuna de Croixes Buquets, en las afueras de Puerto Príncipe, donde hizo un voluntariado durante seis meses una vez terminó su carrera de medicina en la Universidad Católica de Chile.
Juan Pablo Tobón Baena | Publicado

Leonardo Parada, por suerte o por desgracia y aunque suene increíble, estuvo y sobrevivió a los terremotos de Haití y de Chile.

Este médico de la Universidad Católica de Chile era voluntario en Haití de la fundación América Solidaria cuando el sismo devastó la isla. Y luego, de regreso a casa por vacaciones, revivió el pánico junto a su familia.

Siempre tuvo vocación de servicio y el mejor lugar para vivir la experiencia fue precisamente el país más pobre de América. En julio de 2009 llegó a Haití.

Así comenzaba su periodo en la localidad de Croixes Bouquets, en las afueras de Puerto Príncipe. La Klinik, un hospital de las hermanas colombianas de La Presentación, era su lugar de trabajo.

Cinco de la tarde del martes 12 de enero de 2010 y todo su panorama cambió. Leonardo estaba en su casa practicando francés junto a Natela Syrce, una haitiana responsable de recibir a los voluntarios. De repente, "empezó a temblar, esperamos un poco y vimos que era más fuerte de lo normal; salimos al patio", recuerda.

"Mi casa estaba intacta, sólo cosas caídas por todas partes, pero salí y todo era peor; gritos, llantos, casas en el suelo, no lo podría creer", continúa el médico.

De inmediato pensó en avisar a su familia, pero la comunicación estaba en el suelo. Contactó por celular a otro voluntario en el norte de Haití, quien pasó el parte de tranquilidad a su gente.

Leonardo dejó su casa y se fue para la Klinik. "Atendí cerca de 300 personas, vi cómo se murió uno", recuerda conmovido. Las fracturas, las hemorragias y las heridas en la cabeza eran los casos más comunes.

Las horas pasaban y el caos aumentaba. Gracias a un radio de pilas, ya había conocido la magnitud de la catástrofe. Los equipos de emergencia escaseaban y el trabajo se dificultaba.

Pasó el miércoles y, sin dormir y casi sin comer, sólo hasta la tarde del jueves regresó a casa; no le quedaba otra que estar ahí, era un salvador en medio del caos.

Ordenó su casa, se bañó y regresó donde tenía que estar. Hasta que un intento de robo, el viernes en la noche en el hospital, alertó a las autoridades chilenas que ya estaban en la isla.

"Abruptamente regresé a Chile, no había agua ni comida", comenta Parada, quien hasta hoy espera noticias de amigos en el país caribeño, donde "definitivamente quisiera regresar".

Segundo capítulo
Su labor por Haití no paraba. Estuvo hasta mitad de febrero en la fundación, en Santiago, donde ayudó en la recolección de 800 mil dólares.

Y llegaron sus merecidas vacaciones. Su familia lo esperaba en su pueblo, Mulchén, 150 kilómetros al sur de Concepción.

La madrugada del sábado 27 de febrero era una como cualquiera. "Cuando el sismo me despertó ya era muy fuerte. Yo estaba en el segundo piso, busqué a una sobrina que estaba de vacaciones; nos pegamos a la pared, ni intentamos bajar las escaleras, no podíamos, nos hubiéramos caído", cuenta Leonardo.

Para él, fue paradójico que este terremoto lo haya sentido mucho más fuerte que el de Haití y la destrucción ni se comparaba.

Aparte de una lámpara, todo estaba en orden en su casa. Salió en su carro a asegurarse del estado de una tía. Ahí sí vio una que otra casa en el suelo, de las viejas; las modernas estaba en su lugar.

Quizá, con la experiencia de Haití, nada lo podría impresionar más. O de pronto sí, "que, cuando hablan del peligro de Haití, hayan sido más los saqueos y el desorden en Chile, se supone que somos más civilizados".

Ahora, en una ciudad en relativa calma, donde murieron dos personas y con todos sus conocidos y familiares bien, aunque no niega la preocupación por su país, lo que más lo trasnocha es el futuro de su gente haitiana.

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