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En 2013 se destacaron cuatro grandes noticias en América Latina. Todas tienen largas historias y enormes implicaciones. Todavía están evolucionando, y estarán bajo vigilancia en 2014.
El hecho más preocupante es la continua, dramática y deteriorada situación en Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez en marzo. El vacío dejado por Chávez se percibe de forma aguda. El presidente Nicolás Maduro ha sido políticamente inepto.
Los indicadores económicos del país, con una inflación galopante y la escasez de productos básicos, son alarmantes. Además el crimen sigue en ascenso. Con las elecciones municipales de diciembre, Maduro logró algún espacio para respirar. Pero incluso en los mejores escenarios, los problemas de Venezuela llevarán muchos años en resolverse. De cara al futuro, no hay una mayor preocupación para el hemisferio.
En contraste, durante este año México persiguió la más prometedora agenda de reformas en las Américas. Mientras que el crecimiento económico fue decepcionante y la situación de seguridad mostró pocos signos de progreso, los tres principales partidos políticos del país hicieron un pacto admirable, que solo se ha roto recientemente. Un gobierno encabezado por el presidente del PRI, Enrique Peña Nieto, impulsó con éxito una serie de reformas, desde la educación hasta de trabajo, fiscal también y, por último, de energía.
El impulso reformista refleja una sociedad mexicana que se ha transformada desde que el PRI abandonó el poder en 2000 después de siete décadas. Es, sin embargo, pronto para celebrar. Reglamentos que rijan las reformas son cruciales, al igual que su aplicación. Pero México está poniendo un marco más moderno en su lugar. Su participación en la Alianza del Pacífico, con tres países de América del Sur -Colombia, Perú y Chile- no debe pasar desapercibido.
La tercera significativa, y seguramente la más sorprendente, historia tuvo lugar en Brasil, el poder económico por excelencia de la región que fue testigo de las protestas urbanas masivas en junio. Más de un millón de brasileños, muchos de los que habían ascendido recientemente a la "clase media", salieron a las calles para expresar su descontento con la calidad de los servicios públicos y la corrupción generalizada.
Aunque las protestas fueron una medida saludable de los avances en la sociedad brasileña y de la democracia, también representaban la prueba más severa al gobierno liderado por Dilma Rousseff. Rousseff bajó en las encuestas, aunque en los últimos meses recuperó terreno. A pesar de que es la favorita para ser reelecta en el 2014, la economía se mantiene incierta, y el ánimo del público puede agitarse rápidamente de nuevo. En 2013, Brasil, junto con otras naciones de América del Sur ricas en materias primas, sintió el impacto de una desaceleración de la economía china.
Cualquier lista de las principales historias de América Latina en 2013 estaría incompleta sin Colombia. El proceso de paz que busca poner fin al trágico conflicto armado de cinco décadas del país, no sólo es importante para el tercer país más poblado de América Latina, sino también para todo el hemisferio. Aunque los obstáculos para una paz duradera que sea respaldada por la mayoría de los colombianos siguen siendo difíciles de superar, hubo algunos signos alentadores de progreso en 2013. Al mismo tiempo, Colombia experimentó una considerable movilización y turbulencias, tanto en las zonas rurales y los centros urbanos, el producto de las crecientes presiones y demandas sociales. Para el presidente Juan Manuel Santos eso significó un serio problema político. Las encuestas reflejaban un fuerte descenso en su nivel de apoyo público y una amplia insatisfacción con el desempeño de su gobierno.
Sin embargo, Santos, impulsado por una buena economía, ha tomado algunas medidas correctivas, recuperó el apoyo político, y probablemente será reelecto en 2014. La pelea sin precedentes entre él y el expresidente Álvaro Uribe será un factor clave en la campaña electoral, y fue en sí misma una historia latinoamericana destacada en el último año.
* Presidente del Diálogo Interamericano