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HISTÓRICO
LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA
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    LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA |
Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ | Publicado

Nos tocó acomodarnos a las carreras, un proceso en el que algunos salieron maltrechos y otros sacaron ventaja.

Lo que viene es increíble: internet en la era del gigabit, una conexión que puede entregar 1.000 megabits de información por segundo (Mbps), cuando hoy el promedio mundial es de 3,9 Mbps, sobresaliendo Corea del Sur con 23,6. Mega es un millón de datos por segundo. Giga son 1.000 millones.

Pero alejémonos de cifras. La transformación que viene en nuestras vidas y las generaciones que apenas están naciendo ocurrirá, creen expertos, en menos de 10 años, según lo que adopte cada país.

Colombia cuenta con 5,1 millones de suscriptores de internet móvil y 4,7 millones del fijo, a unas velocidades en general modestas. Muchos servicios apenas están ofreciendo las 5 megas para uso residencial.

Pero la era del gigabit significará transformaciones profundas, como sugiere un informe del Centro de Investigaciones Pew. Para citar un caso: si duro les dio y les da a muchos educadores entrar en la era del computador, la nueva era eliminaría casi la necesidad de ir a clase y en vez de un docente frente al tablero se necesitará un guía que oriente en la búsqueda de información y su procesamiento.

Como dice Ed Lyell, consultor de internet, esa velocidad "permitirá que la mente humana se enfoque en la creatividad y el pensamiento crítico". Es que habrá toda la información del mundo disponible en el momento que se desee.

Lógico, como ha venido sucediendo, aparecerá una nueva división de clases entre quienes pueden proveerse o tienen acceso a esa velocidad y quienes no, un tema crucial para la toma de decisiones.

Las transformaciones serán muchas y profundas. Como la reducción de viajes, porque las reuniones virtuales serán en un ambiente casi parecido al real. Y en el entorno familiar, en una celebración se podrá tener al pariente lejano ahí casi sentado en la sala de la casa, charlando con todos con su telepresencia.

Se confundirá entonces más la realidad con la virtualidad. Uno podrá crear su mundo, el que quiera, a su amaño. La virtualidad será la realidad para muchos, mientras los dispositivos estarán interconectados y, créase, generando nueva información.

Esto sin referirnos más al tema educativo y al profundo impacto en la salud: desde operaciones a distancia hasta monitoreo continuo del ADN desde el nacimiento.

No alcanzamos a entender lo que se nos viene encima.

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