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Había una vez... Y se la comieron felices. Principio y final de un cuento. Un cuento de masa, azúcar, huevos, mantequilla, agua y otros ingredientes de acuerdo con el tema. Así son los cuentos que Isabel Vermal ha desarrollado en los últimos meses, cuentos para disfrutar... comiéndoselos.
Ella, una argentina, diseñadora industrial y con una larga y exitosa carrera en multinacionales de tecnología, un día dijo no más con esto y en un movimiento vital de 180 grados comenzó a desarrollar su propio negocio en la pastelería.
Pero aunque en un principio sus tortas apelaban a lo tradicional, la propuesta que le hicieron para desarrollar una torta especial con la forma de un zapato desembocó en todo un desarrollo de ideas y diseños creativos y con toques de ingeniería en su elaboración. "De hecho a veces dibujo planos y hago moldes para algunas", cuenta desde su casa en Buenos Aires, ciudad en la que también tiene su pastelería boutique Smeterling
Tampoco es extraño, dice ella misma, verla armada con un taladro, por ejemplo, construyendo alguna de las estructuras que servirán para montar sus creaciones. Y, a veces, hasta su esposo, ingeniero, le ayuda a pensar en soluciones para alguna de sus propuestas pasteleras.
Cuentos dulces
La combinación de su talento desde la ingeniería con la pastelería la llevó a proponer al canal El Gourmet en donde es una de sus chefs estelares, un espacio dedicado a interpretar algunos de los cuentos infantiles más populares a través de una torta.
Por ejemplo una de esas tortas era un pozo desde el que salían plumas (El pozo mágico).
Alicia en el país de las maravillas, El fantasma de Canterville, Caperucita roja o el Ruiseñor y El emperador, son algunas de las historias recreadas en su cocina.
"Leí y releí los cuentos con sus autores originales, no la versión de Disney" para poder hacer mi interpretación".
Para ella la cocina es una forma de expresión. "Lo más lindo es que uno siempre intente contar, decir algo, eso es lo que busco".
Estará en Maridaje
Isabel estará este viernes y sábado en Maridaje. Allí sus presentaciones girarán en torno a una propuesta de mesas dulces con base en lo que le inspira Colombia.
Y para ella Colombia es café y también flores.
La idea es no solo preparar productos con base en el café e inspirados en las flores colombianas. También es ofrecer recomendaciones, consejos y propuestas de cómo presentar estas preparaciones de una forma creativa, atractiva y también estética.
Una presentación en la que, advierte Isabel, la que menos cocinará será ella, y sí lo hará el público.