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Unos cuantos, más o menos treinta encapuchados, con pintas de todo, menos de estudiantes, quisieron opacar la marcha estudiantil en Medellín. Pero el grueso de la protesta, alumnos matriculados en las universidades, profesores, rectores y hasta padres de familia, salieron a reiterar la petición que ya es conocida: educación de calidad y gratuita para todos.
A las 10:15 de la mañana salió del Instituto Tecnológico Metropolitano la tan esperada marcha, esa que el miércoles en la tarde estuvo a punto de extinguirse después de las declaraciones del Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, pero los participantes de la protesta en sus coros recordaron que lo que exigían era el hundimiento de la reforma, no su retiro.
Según los cálculos de la Personería de Medellín, cuando la marcha pasó por la Universidad de Antioquia, eran más o menos cinco mil personas, aunque líderes estudiantiles declararon que la asistencia desbordó las expectativas, pues se hablaba de cerca de 10 mil asistentes.
Payasos con letreros al estilo cómic, chirimías que sonaban a ritmo samba, un dragón chino que serpenteaba entre los estudiantes, globos, fueron muchas las formas con las que los estudiantes dejaron clara su inconformidad con las medidas que el Gobierno Nacional está tomando con la educación.
Pero también los encapuchados rayaron las fachadas de varios edificios, dañaron cámaras de seguridad y azuzaron la reacción de los policías.
Y fue entonces cuando la situación se complicó, porque justo los violentos infiltrados en la marcha atacaron el CAI del Parque Bicentenario y el Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) entró con los gases lacrimógenos y la protesta se diluyó por unos minutos.
Los mismos 30 individuos se enfrentaron a la Fuerza Pública, mientras tanto, después de reposar los efectos de los gases, el grueso de la marcha continuó su caminata hasta la Alpujarra. Así finalizó la protesta a eso de las 3:30 de la tarde.
El personero delegado para los Derechos Humanos, Jesús Alberto Sánchez Restrepo, declaró que el balance del movimiento estudiantil "es positivo", aunque destacó como mancha los disturbios en el Parque Bicentenario y algunas tímidas confrontaciones en el camino a la Alpujarra.
"No les vamos a poner conejo"
Angélica Tobón, vocera de la Mesa Amplia Regional Estudiantil de Antioquia, afirmó que ellos no quieren una propuesta por parte del Presidente que esté condicionada, aunque reconoció que la posición del Gobierno Nacional es una avance, "pero nosotros pedimos el hundimiento de la reforma".
Por su parte, Sergio Fernández, vocero de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), manifestó que ellos se reunirán el sábado para decidir cuáles serán los pasos a dar: si aceptan la propuesta del presidente Santos o si continúan con la anormalidad académica en las instituciones.
Y es que mientras los estudiantes caminaban por las calles de las diferentes ciudades del país, el Presidente volvió a insistir en que "vamos a retirar la reforma si levantan el paro y vuelven a clases. Aquí no hay ninguna amenaza de por medio", a lo que el mandatario agregó, debido a las dudas de los estudiantes, que, "no les vamos a poner conejo. El país entero es testigo de nuestro compromiso. Ahora les pedimos a los estudiantes que insisten en el paro que no le pongan ustedes conejo al país, que lo levanten y vuelvan a clases, y que salven el semestre".
Para el martes, los diferentes comités estudiantiles organizaron asambleas extraordinarias para examinar las directrices que dará la Mane, solo hasta ese momento se conocerá si los universitarios volverán a las aulas.