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HISTÓRICO
“Los gremios deben pasar de las quejas a las propuestas”
  • "Los gremios deben pasar de las quejas a las propuestas": Nicanor Restrepo | Nicanor Restrepo Santamaría, insiste en que la investigación es esencial en la vida de las empresas y de las actividades empresariales. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ
    "Los gremios deben pasar de las quejas a las propuestas": Nicanor Restrepo | Nicanor Restrepo Santamaría, insiste en que la investigación es esencial en la vida de las empresas y de las actividades empresariales. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ
POR FERNANDO QUIJANO VELASCO | Publicado

Cuando se menciona el nombre de Nicanor Restrepo Santamaría en una reunión de empresarios ocurre lo mismo que cuando se dice Pelé en una reunión de la Fifa. Todo el mundo lo conoce, lo admira y ha sido testigo de su legado. De lejos es el empresario, industrial, ejecutivo, líder en la opinión pública, político, y ahora ya de jubilado, investigador social, más relevante e influyente del empresariado colombiano de nuestros años. Es cierto, que cuando él habla pone a pensar no solo al país político, sino a los hombres de negocios, de quienes hizo parte por unas cuatro décadas.

El diario La República habló con él, durante la Asamblea de la Andi, celebrada en Plaza Mayor, en Medellín.

¿Cómo ve a los gremios?
"Tengo la convicción de que los gremios han tenido que evolucionar de su función tradicional de hacer una gestión para los afiliados a convertirse en unos actores que representan intereses privados, pero que tienen que estar pendientes y siguiendo el desarrollo mismo de la sociedad, fortaleciendo las políticas públicas; ese tránsito yo creo que lo han venido haciendo algunos de esos gremios exitosamente. Se han convencido de que el apoyo institucional, el fortalecimiento que debe tener un gremio para poder tener una voz, pasa de lo que fue el desarrollo histórico a golpe de discursos y frases que calaban profundamente, de ideas e iniciativas, a tener que hacer una interlocución mucho más profesional con el Estado".

¿Invitaría a los empresarios a agremiarse, a respaldar la actividad gremial?
"Estoy convencido de que el sector privado en la medida en que sea una voz armónica, cohesionada a través de una institución, de un gremio, de una asociación tiene mucha más vigencia. En los países industrializados la voz privada es la que interactúa con el Estado, que se ocupa de discusiones en términos de políticas públicas de fondo, que se ocupa inclusive en términos de políticas de seguridad nacional. Creo que la voz del sector privado es fundamental, como es la voz de los trabajadores en un diálogo que haga que realmente la economía vaya bien encausada y haya armonía entre las políticas públicas y lo que es el desarrollo".

¿Deben dejar de quejarse y proponer más?
"Sí. Creo que nosotros tenemos una tradición de queja, en general. Venimos de épocas en las que se decía que a la economía le va bien, pero al país mal. En fin, muchas frases acuñadas. Era la época de la protección a ultranza. La verdad es que, para que seamos sinceros, es mucho más fácil quejarse que hacer una propuesta coherente en cualquier sentido y, en la medida que los gremios sean fuertes, que tengan una base digamos de información, de conocimientos, de profesionales o de conexiones entre sí con centros de producción, de ideas e iniciativas, pueden hacer propuestas que es lo que realmente debiera ocurrir".

Se prepara una reforma tributaria, ¿qué puede aportarle a ese nuevo proyecto de Ley?
"Uno de los inconvenientes que tiene la economía colombiana, tradicional e histórico, es la inestabilidad jurídica y a la cabeza está la inestabilidad fiscal. Muchas inversiones se hacen dentro de un horizonte fiscal conocido que cambia cada dos años: la reforma tributaria. Creo es que la estabilidad fiscal es fundamental como parte de la estabilidad jurídica, y para ello tiene que haber unas reglas del juego claro. Sí, Colombia tiene que trabajar mucho en evasión, en elusión, hay que trabajar mucho en un control fiscal; hay que trabajar mucho más en una ampliación de la base tributaria que es muy pequeña. Hay que tratar de estimular la contribución fiscal también con penalización. Yo creo que parte de esos proyectos nunca han prosperado, pero ahora se han mencionado por el nuevo director de la Dian. Estamos en mora de penalizar el fraude fiscal como un acto que va contra la sociedad y contra los bienes colectivos y eso contribuye a hacer las cosas mejor. En una sociedad como los Estados Unidos o las sociedades europeas que tienen unos regímenes de contribución fiscal mucho más claros, una muy buena parte es la parte coercitiva. Es el temor a las multas, el temor a las sanciones y a la penalización del fraude. Debemos trabajar en algo que contribuya a una mayor disciplina fiscal y a una ampliación de la base".

¿Cree que hay problema con la tasa de cambio como la inmensa mayoría de los empresarios?
"La tasa de cambio ha sido muy debatida y la tasa de cambio fundamentalmente juega un papel muy importante en el crecimiento de la economía, pero yo tengo la impresión de que, a parte de los limitantes tan grandes que tiene un Banco de la República, por ejemplo, para actuar de una manera más abierta en la tasa de cambio, han hecho el mejor esfuerzo por mantenerla, por lo menos con la mejor volatilidad posible. Y esa es la que tenemos y con la que tenemos que trabajar".

A su juicio, ¿cómo ha manejado el ministerio de Hacienda la venta de su participación en Isagén?
"Soy crítico con el proceso, creo que ha sido mal llevado. Que ha sido un asunto muy manoseado, que se dejó manipular políticamente y que no se manejó con la importancia debida para un proceso de enajenación de un bien estatal.

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