- En la Librería Palinuro este hombre habla con amor de sus pasiones.
- La literatura, la música y las tertulias hacen parte de sus historias.
- Un personaje jovial y entusiasta para conversar tintiando.
Por
Gustavo Gallo Machado Medellín
No fue que el azar, la suerte o la casualidad de ese 15 de abril de 1947 se confabularan. Ese día los planetas tampoco se alinearon de forma extraña y mucho menos hubo un hecho histórico que marcara el futuro de Luis Alberto Arango Puerta.
Los verdaderos 'conspiretas' para que este administrador de empresas fuera un enamorado de la música colombiana, la brasileña, el jazz y la literatura fueron Oscar Arango y Lucía Puerta, sus padres.
Las armoniosas tonadas de la guitarra de su padre le aguzaron el oído mientras que de su madre heredó el gusto por las letras, las artes y la literatura.
El maraquero, como lo conocen sus amigos porque imitaba a los maraqueros de los tríos, es jovial, entusiasta y místico en todo lo que hace.
El librero En la Librería Palinuro, ubicada entre Córdoba y Perú, en el centro de la ciudad, Luis Alberto está rodeado por más de 5.000 ejemplares de literatura.
De muchos habla con propiedad, y de los que no conoce, por mero gusto, investiga para hacer una tertulia con cada uno de los clientes que a diario abarrotan el acogedor lugar.
El disquero Boleros y porros fueron el común denominador de su infancia y siendo adolescente, de la mano de Aldemar Betancur, en el Colombo Americano, se engomó por el jazz.
Después de Brasil llegó la bossa nova otra picadura de la que no ha sanado y que disfruta como si fuera la primera vez que escuchara.
Y cuando creía que ya sabía lo suficiente de música, Luis Alberto se enganchó a Sonolux y Sony Music, compañías donde aprendió más de jazz y música brasileña, ritmos que logró compilar en una gran colección personal con artistas como Billie Holliday, Fitzgerald Ella, Louis Armstrong, Antonio Carlos Jobin, entre muchos otros.
"El tabernícolo" Fue en 1985 cuando Luis abrió en el centro la taberna Diógenes, el lugar más "cuquita" para escuchar jazz, bossa nova y tertuliar con los amigos.
Aunque ya no es de su propiedad, el hombre entre cano, de mirada tranquila y sonrisa generosa, recuerda con cariño la época dorada de la taberna que aún conserva su esencia.
Por todo ese universo de historias alrededor de la literatura, la música y las tertulias, sus amigos lo dejaron "el tabernícolo, el disquero y el librero".
Ya sabe, si quiere hablar de este y otros temas vaya a Palinuro a degustar de un tinto conversado con Luis Alberto.
Un hombre que nos hace gozar *Sergio Valencia
"Luis Alberto es todo un personaje que todos los días nos enseña algo nuevo. Goza y nos hace gozar con todas sus historias, con la poesía, con los libros.
Cuando llega un cliente a la librería conversa con él del autor, del libro. Es posible que cuando lo recuerde mencione que lo leyó en una noche de eclipse. Y cuando desconoce el libro por el que preguntan se pone la tarea de averiguarlo por todo el país para satisfacer al cliente. También es un apasionado por la música".
Humorista y amigo de Luis Alberto*