Es un medio rápido, ágil y también económico tanto en su costo de adquisición como en su mantenimiento.
Tanto en su uso como elemento de transporte y herramienta de trabajo, como en su destinación para actividades recreativas y lúdicas, la motocicleta es uno de los vehículos que más aceptación tiene en el país.
No en vano sus ventas anuales ya duplican las de vehículos de cuatro ruedas en una proporción un poco mayor de 2:1.
Pero también con el auge que en los últimos años tiene este vehículo, han surgido las preocupaciones por el incremento en la accidentalidad vial, en muchos casos involucrando a los motociclistas, bien como víctimas o como generadores de los incidentes.
Pero, culpas aparte, una de las grandes falencias que entidades como el Fondo de Prevención Vial han detectado en la situación de accidentalidad tiene que ver con una actitud laxa e incluso irresponsable de algunos propietarios de motos que ruedan sin las más mínimas precauciones sobre su seguridad.
Incluso llegan a conducir estos aparatos sin una instrucción mínima y confiable sobre como abordar su manejo y las normas que se deben cumplir.
Todo empieza con el conocimiento del vehículo. Saber qué tipo de moto es la que se está usando y cúales son sus ventajas, pero también los límites, como lo señala el promotor de las buenas prácticas en la motocicleta,
Ricardo Carvajal Londoño.
Con su apoyo, y también con la colaboración de los expertos de la ensambladora Auteco, El Colombiano indagó por algunos consejos iniciales para quienes se adentran en el mundo del manejo sobre dos ruedas.
Porque no solo es acelerar e intentar una buena parada. En la moto todo el conjunto hombre-máquina juega un papel fundamental para un rodar no solo eficiente, sobre todo seguro.