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Al menos 33 personas murieron este jueves en combates entre el Ejército de Siria y rebeldes islamistas que intentaban asaltar un cuartel militar en la ciudad de Alepo, en el norte del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En los choques fallecieron al menos veinte miembros de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y trece combatientes rebeldes, indicó la misma fuente en un comunicado.
Los insurgentes, que pertenecían al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, y al Frente Islámico Sirio, hicieron explotar varios túneles que estaban a las afueras del cuartel para intentar entrar en ese lugar.
Los combates se desarrollaron en los alrededores del edificio, ubicado en el barrio de Hanano, apuntó el grupo de derechos humanos, y agregó que en el ataque resultaron heridos otros treinta integrantes de las fuerzas del régimen.
Por su parte, la agencia oficial de noticias Sana informó de que el Ejército frustró un asalto al cuartel de Hanano y mató a "un gran número de terroristas", como denomina a los opositores armados.
Además, once personas murieron y otras cuarenta resultaron heridas por el lanzamiento de proyectiles a manos de los rebeldes contra aldeas controladas por las fuerzas gubernamentales en la provincia de Alepo, destacó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ciudad de Alepo fue blanco de una gran ofensiva de los insurgentes a finales de julio de 2012 y de otras operaciones importantes posteriores, lo que les permitió dominar amplias áreas de la ciudad, aunque no lograron hacerse con su control total.
Más de 150.000 personas han perdido la vida desde el inicio del conflicto en el territorio sirio en marzo de 2011, según las últimas cifras difundidas por el Observatorio.