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En una ocasión, Sandra Valenzuela ingresaba a una de las estaciones del Metro y se encontró con una situación que se ha hecho muy común.
Había una pareja de extranjeros que intentaban comunicarse con un policía, a quien le preguntaban sobre un lugar en la ciudad. La estudiante que sabía inglés, se acercó y aprovechó para ayudar al agente con los visitantes.
Aquella escena se hace cada vez más normal en la ciudad. El número de personas venidas de otros países aumentó, uno de los factores que ha hecho que Medellín insista en convertirse en una urbe bilingüe, un nombre que no ha ganado, pero que va en el camino de ganarse.
Ciudad bilingüe
La intención de las autoridades de consolidar a Medellín como ciudad bilingüe, focalizando su orientación hacia el inglés y en consonancia con el Programa Nacional de Bilingüismo 2004-2019, hace visible un primer avance en este camino de transformación cultural.
Este programa busca, según indica el Ministerio de Educación Nacional, que en seis años los docentes alcancen un nivel B2 de competencia comunicativa en inglés y los alumnos de undécimo grado, un nivel B1.
Programas como Medellín City, Medellín Multilingüe, entre otros buscan a través de formación a maestros, estudiantes y todo el que desee aprender otro idioma, aumentar el nivel de bilingüismo.
Para Ann C. Mason, directora ejecutiva del Programa Fulbright, la ciudad desde su percepción ha crecido en el aprendizaje y manejo del inglés.
Coincide en que si bien todavía hay mucho que mejorar en el nivel en todo el país, "hoy en día los jóvenes en la capital antioqueña tienen claro que su proyección profesional y futuro requiere el dominio de inglés. Es un reto muy grande para las instituciones educativas de proveer una formación en inglés a sus estudiantes que no tuvieron la oportunidad de estudiar en un colegio bilingüe o con programas de inglés, pero están haciendo esfuerzos muy grandes". Agrega Mason.
Educación como plataforma
No obstante, para llegar a masificar en gran medida un segundo idioma, lo primero que se debe hacer es elegir la educación como el espacio más importante para el cambio de chip.
Ana María Betancourt, vocera de la firma Study Union, explica que en las instituciones de carácter privado se evidencia un enfoque alto dentro del proyecto educativo institucional al bilingüismo. Teniendo además viajes donde los chicos profundizan y perfeccionan el segundo idioma.
Sin embargo, es bueno ahondar en la respuesta a preguntas como ¿Qué cambios se requieren en la cotidianidad de la vida escolar y extraescolar para favorecer el aprendizaje de un segundo idioma? O tal vez ¿Cuáles elementos del contexto de los estudiantes y de los ciudadanos en general, facilitarían o dificultarían el desarrollo de competencias bilingües?
Cómo llegar
Estas mismas preguntas se las hace el director de estudios del Colegio Montessori, Jesús Castro, quien sostiene que el gran reto es un mayor fortalecimiento de la formación bilingüe en docentes, y en el fomento de metodologías que aseguren niveles de motivación, transferencia y aplicación de competencias.
"Es necesario crear la cultura, integrar el segundo idioma en actos institucionales, de practicarlo en la cotidianidad de la vida, usarlo en periódicos, avisos entre otros. ¿Cómo aprender un idioma que no se escucha, no se habla, no se lee ni se escribe en la cotidianidad?", dice Castro.
De la continuidad de los programas y el ánimo de la ciudadanía dependerá que Medellín sea una ciudad bilingüe.