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HISTÓRICO
Mejor con hermanas: ellas no se los almuerzan
  • Mejor con hermanas: ellas no se los almuerzan | Cortesía | En la especie Argiope bruennichi, los machos son mucho más pequeños que las hembras. Su red es espiral, construida al atardecer o en la penumbra. Cuando alguna víctima cae en ella, pronto la envuelve con su hilo y luego la pica para transmitirle un veneno paralizante y una enzima disolvente de proteínas.
    Mejor con hermanas: ellas no se los almuerzan | Cortesía | En la especie Argiope bruennichi, los machos son mucho más pequeños que las hembras. Su red es espiral, construida al atardecer o en la penumbra. Cuando alguna víctima cae en ella, pronto la envuelve con su hilo y luego la pica para transmitirle un veneno paralizante y una enzima disolvente de proteínas.
Ramiro Velásquez Gómez | Publicado

No suena muy atractivo: tener sexo con una hembra, a sabiendas de que enseguida ¡táquete! Qué buena merienda se da ella.

Morir por sexo no parece bien, pero ese es el destino.

En la especie de arañas Argiope bruennichi , una de las más comunes de arañas de telaraña en Europa, el sexo nunca es seguro para los machos.

Pero al menos tienen una posibilidad. En estudios de laboratorio en el Zoological Institute and Museum de la Universidad de Hamburgo, en tres de cada cuatro apareamientos, el macho terminaba como almuerzo de la hembra.

Cuando los investigadores emparejaban hermanos, el canibalismo cayó a la mitad, más que todo porque los machos lograban una apresurada retirada tras la cópula, reportaron Klaas Welke y Jutta Schneider en Biology letters.

Cuando los machos se apareaban con sus familiares, suspendían relaciones luego de seis segundos en promedio, muy corto tiempo, para mejorar sus probabilidades de escapar.

Con una hembra no pariente, la relación dura en promedio nueve segundos.

Reducir ese tiempo es la única manera de mermar el riesgo de ser comido por su pareja, dijo Welke a EL COLOMBIANO.

¿Por qué escoger una hermana? Los machos no muestran ninguna selección antes del apareamiento, explicó, pero invierten distinto durante un evento con una hermana. Dada su reducida tasa de apareamiento (máximo dos durante su vida) tienen que elegir si invierten todo en una o en dos hembras.

Ninguno de ellos evita tener una relación con una hermana, pero su comportamiento diferente durante el apareamiento sugiere que de alguna manera las reconocen. No se sabe cómo.

Científicos han revelado que el reconocimiento familiar en algunas especies se da por aprendizaje social, señales olfativas o dispersión específica de sexos.

La suerte de los machos que escapan, es pasajera. En el segundo apareamiento son comidos, inevitablemente.

Tan cruel destino podría contar en algún momento con la aquiescencia del macho. Se considera, indicó Welke, que cuando los machos son consumidos por las hembras, pueden servir como alimento para beneficio de la descendencia.

Mas existe otro factor: los machos pueden copular por más tiempo, dejándose comer luego, para transferir más esperma y procrear más descendientes.

Los biólogos han sostenido por largo tiempo que aparearse con parientes puede provocar problemas, como menos descendientes o más débiles.

En las especies en las que las hembras invierten mucho en la cría o se aparean pocas veces, han predicho que serían especialmente selectivas del riesgo de aparearse con parientes.

En A. bruennichi , los machos tienen más restricciones para aparearse. Cada uno tiene dos órganos transmisores de esperma o pedipalpos y no son reutilizables. Durante el acto, por lo general se quiebra la punta, que actúa como un sello parcial en el tracto reproductivo femenino, que dificulta la inserción de futuros machos. Pese a esta barrera, las hembras se pueden aparear de nuevo, pero los machos sólo tienen dos oportunidades, así que deben ser muy selectivos en hacer su inversión.

Para este estudio, los investigadores conocían el origen de las arañas, que fueron recogidas de sacos en su medio natural. Cuando las arañas crecieron, emparejaron 45 hembras con machos hermanos y 46 con no parientes y compararon sus reacciones.

Lo último que vi en la vida: mi pareja.

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