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Alias "Mi Sangre" fue capturado en el extranjero sin lograr el objetivo que, según la Policía, se había trazado en los últimos meses: controlar todo el bajo mundo del Valle de Aburrá.
Fuentes judiciales confirmaron ayer el arresto de Henry de Jesús López Londoño en Buenos Aires, Argentina, donde al parecer se había refugiado desde principios de este año, cuando su rostro apareció en la lista de los presuntos narcotraficantes más buscados de Colombia.
La Dijín fue informada de dicho viaje e inició un seguimiento que incluyó rastreos a equipos telefónicos y a los vehículos en que se transportaba con supuestos escoltas. A los carros les instalaron aparatos de localización.
Dichas actividades dieron fruto con la captura, para que responda ante un juez del país por los supuestos punibles de concierto para delinquir agravado y terrorismo.
De acuerdo con investigadores que le han seguido la pista, las actividades delincuenciales de López, también apodado "Carlos Mario" y "Salvador", comenzaron en la década del noventa en los barrios Buenos Aires y Boston de Medellín, involucrado en episodios de delincuencia común.
Allí habría entrado en contacto con líderes de la organización criminal "la Oficina", como Diego Murillo Bejarano ("Berna").
Posteriormente hizo parte del bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia, donde se ganó la confianza del cabecilla Daniel Rendón Herrera , alias "Mario".
Al desmovilizarse de esta facción, que operaba en los Llanos Orientales, se convirtió en el principal socio de la banda "los Urabeños" en asuntos de narcotráfico, gracias al apoyo de "Mario".
Intereses en Medellín
El alias de "Mi Sangre" comenzó a sonar con fuerza entre 2007 y 2008, cuando fue vinculado en una investigación contra una red de narcotráfico que enviaba cargamentos a Holanda a través de una ruta que también incluía a Ecuador. En el mismo caso fue mencionado un congresista, pero al final absolvieron a López.
Después el entonces presidente Álvaro Uribe ordenó a la Fuerza Pública su captura.
A partir de 2011, "los Urabeños" comenzaron a ejercer influencia en el Valle de Aburrá, patrocinando bandas locales de los corregimientos Altavista, San Cristóbal y San Antonio de Prado, y de las comunas de Belén, San Javier y Villahermosa.
Para las autoridades, ese movimiento era liderado por "Mi Sangre".
"Él quiere tomarse esto, pero va a fracasar", sentenció hace un par de meses el general Yesid Vásquez , comandante de la Policía Metropolitana.