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Nairo Quintana (Movistar), que comenzó la etapa como líder de la Vuelta a España, perdió el maillot rojo tras sufrir una fuerte caída durante la disputa de la contrarreloj de la décima etapa entre el Monasterio de Veruela y Borja (Zaragoza) al final de la cual dijo: "No me frenó la bici".
"Tenía buenas sensaciones en la subida, pero en ese punto de la bajada la bici no me frenó suficiente, menos mal que lo pude sortear bien y no tengo daños importantes", se lamentó al finalizar la etapa.
"Perdí tiempo y habrá que apostar otra vez por Alejandro (Valverde) para conseguir el podio. Las caídas son cosas que pasan en el ciclismo que debemos afrontar y superar", manifestó.
Su intención es recuperarse, empezar a pensar en la montaña y "seguir luchando para intentar estar en el podio".
Al respecto de las secuelas que le puedan acarrear los golpes que ha sufrido, principalmente en la parte izquierda de la pierna y la espalda, esperará "a ver como me encuentro mañana (miércoles)".
Quintana se cayó al comienzo del descenso del alto del Moncayo, situado en el kilómetro 11,2, al tomar una curva a la derecha en la que saltó por encima de su bicicleta al salirse del asfalto.
No obstante, se levantó a pesar de quejarse del golpe en distintas zonas del cuerpo, la rodilla y pie izquierdo así como en la espalda que no parecen revestir gravedad según informa su equipo, y reinició la prueba.
A pesar del fuerte golpe y las magulladuras, Quintana completó la contrarreloj en un tiempo de 51 minutos y 9 segundos, cuatro minutos y siete segundos más que el vencedor, el alemán Tony Martín (Omega Pharma).
Quintana cedió la camiseta de líder que conquistó el pasado domingo en la estación invernal aragonesa de Valdelinares y ahora se quedó fuera de los diez primeros clasificados y cayó hasta la undécima posición de la general a 3 minutos y 25 segundos de Alberto Contador (Tinkoff-Saxo).