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HISTÓRICO
NO CONFÍO EN PEÑA NIETO
  • NO CONFÍO EN PEÑA NIETO | David Santos
    NO CONFÍO EN PEÑA NIETO | David Santos
Por DAVID E. SANTOS GÓMEZ | Publicado

Ni la ignorancia de sus respuestas en las entrevistas, ni la cobardía frente a careos con la ciudadanía, ni mucho menos el lastre de la histórica corrupción de su partido, el PRI, impidieron que Enrique Peña Nieto pasara la aplanadora de su maquinaria para convertirse en el nuevo presidente de los mexicanos.

Un hombre demasiado formal, acartonado en sus respuestas y en su figura, casi construido por los medios masivos mexicanos, será el reemplazo de Felipe Calderón desde el próximo 1 de diciembre, en una nueva etapa de gobierno del Partido Revolucionario Institucional, luego de 12 años de ausencia del poder.

Y tengo que decir que a mí este triunfo no me gusta. Desconfío de lo cuadriculado de su discurso y de los círculos que rodearon su candidatura. Me molesta la forma en la que parece pensar cada detalle de sus respuestas y sus maneras políticamente correctas.

Incluso, la angustia de su posible triunfo fue lo que llevó a la creación del movimiento Yosoy132, un grupo de jóvenes que canalizó en cuestión de semanas una ola de indignación que a la postre fue incapaz de detenerlo.

Los indignados le convirtieron en infierno el fin de la carrera presidencial a Peña Nieto y en respuesta el candidato mostró una cara aún peor: no aceptó ir a ciertos foros y evitó el debate.

Yo no creo en esos políticos que rehusan el uso de la palabra para evitar confrontaciones ideológicas y me queda un sabor extraño cuando ante cuestionamientos serios solo se argumenta con sonrisas postizas.

Y es que Peña Nieto parece un postizo de arriba a abajo. Desde su ahora famoso copete hasta sus zapatos brillantes. No hay naturalidad, no hay cercanía con el pueblo y parece no existir conexión entre el político y líder que necesita México.

Ante el regreso del PRI al poder después de los mandatos panistas de Vicente Foxy Felipe Calderón , lo que queda para esa juventud rebelde es una labor veedora de trascendencia histórica, para evitar los abusos que hoy aún son simples predicciones basadas en los antecedentes oscuros, autoritarios y abusivos del Partido Revolucionario Institucional.

México está frente a una tarea monumental. El nuevo presidente tiene retos mayúsculos si se tiene en cuenta el desangre violento que sufre el país y la amenaza contra el desarrollo de su economía.

Por el bienestar de Latinoamérica lo ideal será que el gobierno de Peña Nieto resulte exitoso y que las dudas se despejen con trabajo y resultados.

De no ser así, la ciudadanía prenderá las alarmas. La juventud, que creó un terremoto político en poco más de un mes, demostró que está dispuesta a dejar atrás la idea de una ciudadanía pasiva ante sus gobernantes.

Porque Peña Nieto ganó, pero tiene a sus espaldas un batallón de ojos que lo seguirán vigilante y no le perdonarán un asomo de corrupción. Por el bien de México y del continente entero.

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